viernes, 31 de diciembre de 2021

LAS INVASIONES BÁRBARAS

 LAS INVASIONES BÁRBARAS

Denys Arcand, 2003


Me parece oportuno acabar el año con una película que cuenta el final de una vida. 

Haciendo una somera y atrevida comparación entre la vida transcurrida en este pandémico año que se va y la de un profesor universitario canadiense que ha tenido una vida de placeres mundanos y relaciones familiares desastrosas, así que en ambos casos la despedida es de todo lo malo y también, desgraciadamente, de mucho bueno.

La comedia y el drama vn parejos, como en el año que acaba hoy, a o largo de los personajes, sobre todo del protagonista, aunque no solo, los secundarios también sugieren vidas de altibajos importantes que se asumen y solo se confiesan en ambientes de intimidad y necesidad última.

Ya la había visto cuando se estrenó, pero cuando apareció como posible en mi televisor no recordaba nada, tan solo el título y me puse a ver de qué iba, me enganchó de nuevo, me volví a reír con las escenas cómicas y volví a llorar con las dramáticas, el guion, inteligente, conforma bien ambos tipos de escenas y, las actuaciones de los profesionales están impecables.

Como el último año, la vida de una persona contiene decisiones, hechos, dichos y ausencias que marcan lo que somos y cómo somos, con nosotros mismos y con los demás. En la película es fundamental la relación familiar, muy especialmente la de padre e hijo que supone el núcleo duro del film.

En el repaso de lo acontecido recordamos a las personas que significan algo en nuestras vidas, a los amigos sobre todo, con quienes se han vivido momentos importantes, experiencias vitales clave, con los que nos vamos formando y conformando personalmente, a quienes influimos y quienes más nos influyen, que es un modo de decir nos quieren y queremos. Por esto, hoy llamamos y whatsapeamos a todos ellos sin faltar ni uno, ni una, porque han formado parte de este año, del tiempo que somos y queremos que lo mejor les acompañe el que viene. 

Las distancias pandémicas impiden las presencias en directo, sin embargo los teléfonos y ordenadores, más personales que nunca, ayudan a sentirnos cerca, hasta el final, hasta el último segundo del año, de la vida. En la película, la hija del protagonista no puede llegar a tiempo para despedirse de él y mantiene una conversación por vídeo llamada...

Solo hay un inconveniente en la película que está presente también en nuestra realidad, es el poder del dinero. El hijo es rico y consigue instalaciones, recursos y personas de todo tipo para facilitarle al padre el tránsito último, reúne a los amigos que viven lejos, las medicinas y drogas necesarias para paliar todo tipo de dolores, el espacio ideal para descansar disfrutando del paisaje y las comodidades, la familia...el tiempo ajustado para las despedidas, todo sale redondo, la bondad de la eutanasia sin problemas.

Hoy quien tiene dinero puede aislarse, asegurarse de estar a salvo, disponer de comodidades con los suyos, pasar el cambio de año sin problemas y afrontar el próximo ilusionado.

En la película la riqueza del hijo parece fruto de su ingenio, pero solo lo parece porque la madre en pocas palabras demuestra que el cuidado y la educación familiar están primero y son los cimientos de todo lo demás. En el presente, las crisis sociales se sobrellevan necesariamente con ingenio aunque no nos haga ricos a todos, al fin y al cabo hay diferencias entre el cine y la realidad...a veces.

Creo que es una buena película para despedir un año, pasados los reproches, los arrepentimientos, las debilidades, los egoísmos, llena de amistad, agradecimiento y continuidad...la vida sigue, el cine también. Feliz 2022!!

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