domingo, 9 de enero de 2022

8 REINAS

 8 REINAS

Chema Cardeña, Sala Russafa, Valencia


A Ana, republicana interesada en las monarquías, porque según dice al enemigo hay que conocerlo...

Un bajo eléctrico y una cantante comienzan conectando con el público y lo preparan para recibir, de una en una, a ocho reinas de los siglos XVI, XVII y XVIII de la vieja Europa, interpretadas por ocho actores que van siendo María Estuardo, Catalina II de Rusia, María Tudor, Isabel I de Castilla, Cristina de Suecia, Isabel II de España (canción de Burning, mujer fatal este no es tu sitio...y banderita republicana al fondo), Juana I de Castilla y Elizabeth I de Inglaterra.

El escenario vacío, tan solo una especie de trono metálico con ruedas sirve de decorado. Lo mueven de una lado a otro, se suben y se sientan en él y en él está la corona que todas/os acaban poniéndose en la cabeza.

Música en directo, hombres con traje y corbata haciendo de mujeres con sayas y vestidos aparatosos, texto tragicómico y numerosos guiños a la actualidad política y social, yo quiero pensar que son denuncias y críticas aunque sean auténticos chistes cómicos. 

La expresión corporal y camaradería de los protagonistas es clave para estar hora y media viendo pasar momentos vitales de reinas prejuzgadas, cuyas vidas, siempre sesgadas por el tiempo y las versiones, aparecen en medio de decisiones históricas, dramáticamente histriónicas.

Resulta fresco que actores interpreten a mujeres, como en os tiempos de Shakespeare, para dejar claro que el hecho de ser mujeres supuso buena parte de sus desgracias, por muy reinas y poderosas que fueran. Ni Dios, ni el ejército, ni los fieles, ya no digamos los amantes o la familia, hicieron nada por entenderlas, por ayudarlas, por salvarlas. El humor y la música palpitan marcando el ritmo del espectáculo que se percibe muy bien al ser la sala pequeña y permitir la cercanía entre el público y el escenario, siempre bien iluminado para poder ver las imágenes de cada una de las reinas proyectadas en el telón de fondo, morado, a modo de decorado.

La religión, la sexualidad, el poder con sus ambiciones y enemigos, hacen que las mujeres representadas aparezcan de carne y hueso, personajes humanos con penas y alegrías, impotencias y venganzas. El teatro mostrando todo su repertorio de pasiones vitales en diferentes contextos conocidos. El teatro invitando a la reflexión y a la pregunta. El teatro burlándose y denunciando las injusticias históricas para advertir de las presentes. El teatro interpelando al espectador.


1 comentario:

  1. Al enemigo hay que conocerlo
    Es cierto. Muchas gracias por avprrdarte de mí. Ya tendrían que tener 'bemoles' esas mujeres para poder sobrevivir. Una mujer con todo el poder en la mano!que barbaridad!

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