PREPARATIVOS PARA ESTAR JUNTOS UN PERIODO DE TIEMPO DESCONOCIDO
Lili Horvát, 2021
En esta película, a través de la protagonista, se nos muestran dos ciencias íntimamente relacionadas entre sí que estudian lo más personal e irreproducible del ser humano, el cerebro y la mente, algo material, operable en un quirófano y lo inmaterial diagnosticable en una consulta de psicología.
Una neurocientífica húngara regresa a Budapest para encontrarse con un hombre porque un año antes en New Jersey quedaron en verse allí, en el Puente de la Libertad, cruzando el Danubio en la zona Pest. Su extraordinaria carrera profesional le avala como una cirujana excelente, conocedora de las modernas tecnologías y avances en su materia.
Decide quedarse a vivir y trabajar en Bubapest a pesar de que su cita no cuajó. Alquila un piso, atiende a los pacientes con éxito, se va adaptando y viviendo mientras cree ver al hombre del año pasado aunque él le haya dicho que se confunde de persona.
A la vez que se nos muestra el trabajo en el hospital, una operación en directo del cerebro que realiza Márta, sin anestesia general, para que el paciente puede responder a algunas preguntas mientras tiene el cráneo abierto, vamos sabiendo también el contenido de sus sesiones con el psicólogo en las que descubrimos cómo se practica esta ciencia social y las diferencias en las metodologías científicas entre la neurociencia en los hospitales, clínica de quirófano y la psicología. En la misma persona.
Las ciencias naturales, a las que pertenece la medicina, aquí la cirugía cerebral, la profesión de la protagonista, cura tumores con el bisturí, sin ser conscientes de que hurgan entre pensamientos y emociones (en una escena se pregunta por esto) y las ciencias sociales, a las que pertenece la psicología, aquí como consulta a la que asiste la protagonista, cura con preguntas, estableciendo consciencia entre lo que se dice y lo que se desea. Está muy bien diferenciado y planteado. Si resulta fascinante asistir a una operación a cerebro abierto también resulta asombroso escuchar preguntas y respuestas sobre sensaciones y expectativas. Objetividad y subjetividad interrelacionadas necesariamente, complementándose.
Los primeros planos ayudan a crear el clima íntimo que se necesita para mostrar la intimidad humana, la de los deseos y las ideas. Las dudas se van desvaneciendo poco a poco, en el transcurso de la película, la directora no espera al final para resolver la incógnita y aprovecha para que veamos el antes y el después, cosa que se agradece porque no siempre se hace, se suele acabar la película con la resolución de la trama.
La música, la luz, la sordidez del hospital, la decadencia urbana de los edificios, están en sintonía con el ambiente de incertidumbre, de despiste, de otra posibilidad distinta a la que se ve. Recrean perfectamente el misterio de la intimidad personal.
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