FELIZ ORGULLO!!

 HAZ EL AMOR Y NO LA GUERRA

Madrid, Junio 2022

Un viejo lema para un nuevo presente. Las casualidades han querido que se celebre en Madrid la reunión más belicosa de la tierra, OTAN, y el Día del Orgullo a la vez. Hoy 28 de Junio de 2022. Paradojas de la vida...para algunos que se llaman progresistas. Hay, seguro, entre las personas muertas en Melilla algunas perseguidas en sus países por su orientación sexual.

El ruido de las armas no pueda impedir el de los besos y abrazos por la igualdad. El ruido de los medios no puede evitar las sonrisas y los roces de las banderas multicolor. El ruido de los medios chismosos no soporta la algarabía de las personas libres de amar a quien quieran y de ser amadas por quienes quieran. Las tristes banderas nacionales hoy son más tristes ante la alegría de festejar el amor y la identidad en libertad, en igualdad, con respeto y tolerancia. Los mensajes de creencias homófobas, de amenazas de ultratumba, de tiempos dictatoriales o de interpretaciones retorcidas de libros sagrados hoy no tienen eco porque los mensajes lanzan besos en todo el cuerpo, en todos los cuerpos, besos que salen de bocas de todas las edades, de todos los tonos de piel, de todos los rasgos físicos, de todas las economías, de todas las latitudes, de pueblos y ciudades.

Hoy celebramos, porque nos queremos, que somos personas diversas, porque nos necesitamos, que somos tolerantes, porque somos iguales, que somos personas.

Cuántas antes han sufrido por ser como son, cuántas han sido violentadas de mil maneras, cuántas perseguidas y asesinadas. Por cada una de ellas hoy celebramos el reconocimiento de la IGUALDAD.

Tienen nombre y apellidos, sabemos dónde viven, qué estudian, en qué trabajan, cómo visten y con quién andan. Conocemos a sus familias, que son las nuestras, a sus profesoras/es, a sus amigas/os, que somos nosotras/os. 

Hoy recordamos que no debemos tolerar ninguna vejación, por pequeña que sea, hacia personas homosexuales, trans, bisexuales o con otras identidades sexuales, porque seríamos cada una de nosotras las vejadas, porque son nuestras hijas e hijos, vecinas/os, compañeros/as, cualquiera con quienes convivimos a diario. No permitamos discursos de odio, chistes humillantes, bromas discriminatorias ni micromachismos por muy bien intencionados que parezcan, porque no lo son si desprecian a alguien y lo minusvaloran. 

Normalicemos las diferencias de una vez en lugar de hacer guerras!!!