LUCES DE BOHEMIA

 LUCES DE BOHEMIA

R. Mª Del Valle Inclán

MISERIA Y HAMBRE PRODUCCIONES

Auditorio de Cuenca

Anoche, una compañía original de teatro, ofreció un montaje de Luces de Bohemia trayendo al escenario toda la crítica y frescura de hace cien años. Hasta que asistes a una obra clásica como esta no eres consciente de lo necesario que es ver este tipo de teatro, escuchar este tipo de textos, ver y escuchar este tipo de montajes y puesta en escena. Cada actriz, cada actor, hacían diversos personajes, dando dinamismo a los protagonistas y a la imaginación del espectador que teníamos que oír a Max con voces diferentes, masculinas y femeninas, verlo en cuerpos diferentes, hombre y mujer, mayor y joven, con barba y pelirrubio.

La música en directo, piano, los efectos audiovisuales proyectados a lo largo de la representación, la iluminación, el mobiliario, las paredes y suelo transformables, las botellas colgantes, las puertas, claro, las puertas y ventanas y una pequeña escalera.

La compañía no escatimó recursos para ofrecer por completo el texto del genio Valle Inclán, esa pluma bisturí, que incisivamente, describe el talante, la idiosincrasia y personalidad de una España muy presente cien años después. Muchos estamentos sociales están representados en los personajes y escenas, especialmente el poder político, el poder violento, el poder cultural y el poder mediático. Muchos momentos para la falta de dignidad, de dinero, de empatía y de conocimiento. Sin embargo brillaban las escenas de crítica política, económica, costumbrista, crítica de quienes abusan de su posición aunque fuera un lugar cargado de estupidez y maldad.

Perfecta radiografía social con un lenguaje culto y grosero, preciso y genuinamente español, con el que las verdades suenan tan bien que no se pueden replicar, con el que las mentiras suenan tan mal que se quedan en apariencias vacías.

Uno de los asuntos más constante en la obra es la injusticia, de todo tipo, que campa como la miseria, como el hambre, se normaliza y crea un clima de vida en casa, en el  trabajo, en la calle, en la taberna, la cárcel o el Ministerio de Gobernación. Es el tema más cruel sobre el que se puede escribir porque su realidad, porque no hay espejo que la deforme, ni los del Callejón del Gato, no hay favores que la cambien ni suerte que la toque. El resultado de vivir en y con plena injusticia es el esperpento, este esperpento que permite que la corrupción esté bien vista y esté de moda la mediocridad.

Estos días de selectividad está bien invitar a estudiantes al teatro, a aprender y disfrutar, como anoche lo hicieron parte del alumnado conquense. Hoy las clases han sido más ricas y más comentadas...