BANDA SONORA: ENNIO MORRICONE
Cuando lo primero que comentas de la película que acabas de ver es la música seguro que la película es muy buena. La banda sonora como elemento que dirige la trama, que te prepara para lo peor, para lo mejor, que te crea expectativas, que te relaja, que te conmueve, que te vuelve irascible y que extrae la rabia y la pasión de tu cuerpo y tu cerebro sentado en la butaca del cine.
Me quedo con La Misión.
Todos los instrumentos de la orquesta, de los nativos del Amazonas, todas las voces del coro, de los niños sin contaminar. Todos los silencios intercalados entre los sonidos de sueltos, una nota, una nota sostenida. Puedes cerrar los ojos y sentir la historia de las conquistas injustas y crueles, del arrepentimiento del creyente, de los espacios asaltados y destruidos, de la codicia y la violencia, también de la inocencia, de la naturaleza fuerte que se resiste. La vida, también la humana, en constante evolución y revolución.
Tienes que ser muy sensible y conocer muy bien el oficio. Adecuar la música a la trama de la película, al deseo que expresa el director, al mensaje inequívoco en cada fotograma, a cada gesto de los protagonistas, a cada objeto del paisaje y transmitir justo la emoción con su significado preciso, esa emoción y no otra.
Casi un siglo debe suponer muchas experiencias y conocimientos para inspirar composiciones. El trabajo diario y la disposición a trabajar con ganas, con vocación, con exigencia y rigor, cultivados durante tanto tiempo, hacen que parezca fácil por asequible el resultado de crear bandas sonoras de películas. El caso es que las de Morricone lo son, son excelentes, son un placer oírlas en cualquier momento y lugar. Cuántos viajes en coche oyendo las flautas y los tambores de la selva amazónica...
Gracias infinitas Ennio Morricone. Ahora cuando me asalte una banda sonora ya no pensaré si la has compuesto tú pero podré compararla con tus maravillosas composiciones tan rápidas en acudir a mi memoria, tan fáciles de recordar, tan buenas!!
Aplaudo fuerte para que llegue a Roma, para que se una con otros aplausos del mundo entero y la ovación sea música al estilo de Ennio Morricone.
Precioso resumen de los sentimientos que a todos nos ha provocado la música de este gigante de la composición. Parecía que el nombre de Morricone era indisoluble de las grandes películas. Casi parecía que fuera eterno...pero nos deja una obra impresionante que nunca se olvidará, al menos para los que amamos el cine.
ResponderEliminarCamarada Morricone: que la tierra te sea leve!
Además, siempre fue fiel a sus principios comunistas, lo que le hace más grande si cabe.
Eliminar