THE GUILTY
Gustav Möller, 2018
Sorprendente película desde el comienzo hasta el final. La tensión va de menos a más y lo inesperado aparece finalmente para desmontar todas las expectativas y certidumbres que has creado mientras la estás viendo.
Todo es austero menos el ingenio y la originalidad. Los prejuicios sociales saltan por los aires. La importancia de la comunicación humana para vivir bien, para saber lo que sucede realmente, para tomar decisiones vitales, para ayudar o condenar a alguien, ya sea una niña o un policía.
El fin de semana pasado volvía verla porque TVE la pasó en La 2. No me pude resistir a comprobar la calidad que tiene. El actor, el guion, la atmósfera que se crea en un locutorio de emergencias con un par de teléfonos y un ordenador.
Cuando tienes claro lo que está pasando, la comunicación impone la verdad contraria a tus claridades anteriores. Cómo el cerebro humano es capaz de imaginar situaciones solo con oírlas...cómo es capaz de resolver problemas a distancia (previamente creados)...cómo es capaz de empatizar con desconocidos...cómo la verdad o la mentira es una creación cerebral.
Cuando la vi en el cine, la sala oscura y la pantalla grande contribuían a asumir el ambiente frío y distante que se iba rompiendo con cada palabra y tono telefónico, con cada gesto de las manos y la cara del protagonista, con la música y el silencio que todo lo inundaba. Ahora, en casa, sabiendo el final, me ha gustado más todavía porque he podido atender detalles y expresiones muy reveladores que no atendí en el cine. Los puntos de interés cambian y la atención también.
En cualquier caso, se vea donde se vea, es una película inquietante, muy reveladora de los prejuicios y conductas estereotipadas que compartimos y transmitimos a diario. Merece mucho la pena!!
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