lunes, 21 de febrero de 2022

ECOLOGÍA ENEMIGA...¿?

 

ECOLOGISMO...

 COMO DISONANCIA COGNITIVA

ISLA  VALDECAÑAS, EXTREMADURA


A pesar de los pesares...cuando solo en las filas del negacionismo se soportan las frases absurdas y las posiciones que conducen a la pobreza, a la destrucción y a la muerte de la vida en el planeta, aparecen voces de gobernantes regionales en nuestro país culpando a las asociaciones ecologistas de la falta de progreso en sus comunidades autónomas. Tal cual.

Parece que por culpa de los ecologistas hay mucho espacio protegido, lo que impide el desarrollo industrial de las zonas de protección. Ni más ni menos. En ningún caso se admite que por culpa de la especulación urbanística o la corrupción hay mucho espacio contaminado, edificado, urbanizado, transformado, modificado, arrasado y destruido. El resultado de uno y otro es, en el caso de la ecología, salud de la naturaleza que genera bienestar a todos los seres vivos incluido el ser humano; en el caso de la especulación, destrucción por el intervencionismo irracional sobre la naturaleza que genera enfermedad, despoblación, emigración y extinción que suponen pobreza inmediata y a largo plazo, dejando un panorama cargado de inconvenientes para la vida digna incluida la del ser humano.

¿Cómo es posible, hoy en día, calificar al ecologismo como enemigo del progreso humano? Como resulta imposible en el plano de la razón y las evidencias, en el plano de la ciencia y las experiencias, se intenta conciliar las ideas con las acciones aunque sean contrarias a la legalidad, a la razón y a la ciencia, contrarias a las evidencias y experiencias. Conciliar los deseos con las bondades. El presidente de Extremadura quiere superar su disonancia cognitiva diciendo que no hace falta tanta protección ecologista porque entonces no se puede prosperar. Así que asociamos la prosperidad a la falta de protección y tan tranquilos.

Desde la psicología, se llama disonancia cognitiva a tener pensamientos contradictorios sobre algo que nos incomodan y molestan, por eso solemos justificar las decisiones sobre esos temas para estar tranquilas o tranquilos. Podemos hacerlo ajustando nuestras ideas a las acciones o nuestras acciones a la ideas, se trata de deshacer la contradicción. Justo lo que parece que hace Fernández Vara en sus afirmaciones sobre construir en espacios protegidos, desacredita la posición ecologista y justifica la suya. Pero, claro, esto no hay quien se lo crea, tal vez por eso, la Junta de Extremadura recurrirá la sentencia judicial que ha dictado a favor de la asociación ecologista.

En el ámbito antropológico también se ha estudiado estos tipos de actitudes sociales. Cuando un grupo quiere cambiar parte de la cultura hegemónica se llama contracultural. En este caso, ser ecologista supone una actitud de contracultura, pero, cuando la Justicia defiende la posición ecologista, posicionarse en contra de esta se convierte en contracultura, y esto es lo que resulta ser el psoe extremeño empeñado en recurrir una sentencia que favorece la protección de la naturaleza contra la especulación inmobiliaria.

Resulta patético.

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