VECINOS
No lo puedo evitar...me preocupan los vecinos. Algo están tramando y hasta la noche no lo vamos a saber. ¿Qué saldrá mañana de su casa? ¿qué efectos tendrá para la comunidad? ¿qué cambios tendré que realizar a partir de ahora cuando me los encuentre, cómo se van a comportar conmigo? ¿habrá un derrama, será muy elevada, podré asumirla con mi sueldo?...ya tengo planes para la extra del verano. ¿Pensarán en los demás cuando tomen la decisión o solo en ellos mismos como si vivieran solos en la finca? me inquieta cómo ha quedado la primera vuelta y temo que salte todo por los aires si pasan de ir a votar. Estoy por llamar a su puerta y hablar con ellos, hacerles ver que han de pensar en todos, en mi también, en mi situación, en que me voy a ver tremendamente afectada por su decisión. Ya sé que es muy egoísta pero estas cosas son egoístas, tomar parte en algo es un acto de implicación personal, así que un poco de egoísmo es necesario siempre...
Acaban de empezar los años veinte, otra vez. El presente siglo XXI ha de significar algo diferente respecto al XX, no puede repetirse la historia como si no supiéramos nada. Los vecinos han de reaccionar, aunque sea en la segunda vuelta ya que en la primera no se lo tomaron muy en serio. Siempre nos pasa esto, nos fiamos, nos fiamos y luego mira, a decidir bajo presión, sin libertad ni nada, con la nariz tapada y a bocajarro.
Siempre me han caído bien, aunque no siempre he estado de acuerdo con ellos. Su historia pasada, no tanto la reciente, supuso muchas novedades buenísimas para la comunidad entera, incluso para el barrio y más allá. Nos hemos beneficiado personalmente y socialmente de sus ideas y conquistas y esto les debe incluir a la hora de votar hoy, ahora, este domingo 24 de abril, que inaugura un antes y un después en la democracia europea y por tanto en la sociedad, cultura, leyes, derechos, economía y convivencia de todos.
Deseo que vaya todo bien, es decir, que decidan por el bien común, a pesar de los dilemas insalvables que tienen delante. Tal vez desde el egoísmo más inhumano pero con los principios claros. Evitar males mayores merece la pena, a veces lo maquiavélico se puede entender en contextos tan extremos como el actual. Puede que no duerman bien un tiempo pero será mejor que dormir mal para una gran temporada porque cuando la extrema derecha ostenta el poder toma todas las medidas para no soltarlo jamás. Nuestra casa es un ejemplo, el dictador se murió en la cama y su herencia emerge con mucha virulencia de vez en cuando, precisamente ahora que la izquierda toca un poco de poder.
Decía Miguel de Unamuno que le dolía España...cuánto lo entendemos hoy y cuán extensible puede hacerse hacia los vecinos.
La decepción es siempre una posibilidad cuando se toman decisiones. Una ya ha tenido lugar, en la primera vuelta, ojalá no se repita en la segunda y definitiva.
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