UNA HISTORIA RIDÍCULA
Luis Landero, Tusquets, 2022
La portada no puede ser más acertada. Todas las preguntas que te pueda suscitar quedarán contestadas con la lectura del texto, original y cervantino texto de Landero. Menuda historia se marca el extremeño en su reciente novela. Extraordinaria, en sentido literal y literario.
De nuevo la primera persona, las interpelaciones al lector, las hipótesis como recursos de pensamiento presente y las insinuaciones a lo imaginario pero real o a lo real pero imaginario.
Es la autobiografía disertada con detalles curiosos e insospechados exponiendo toda una cosmovisión del genero humano y alrededores. No escatima adjetivos ni situaciones a cuál más cómica y también trágica. La risa y la sorpresa te asaltan con frecuencia y los capítulos cortos imprimen ligereza y velocidad a la lectura.
Tres días, deseando llegar a casa para retomarla porque plantea un asunto, ridículo como dice en el título, pero atrayente, intrigante y expectante, que va dejando caer nombres, lugares y situaciones reales cada vez que escribe episodios absurdos y casuales. Siembra sospechas donde no tendría que haberlas y describe perfectamente emociones básicas y manidas como el enamoramiento o el odio ofreciendo una teoría sobre estos sentimientos de lo más llamativa, porque tiene sentido y a la vez no lo tiene.
Creo que esa dualidad de las emociones básicas hace que te tragues el argumento como posible desde lo imposible, lo inverosímil. Está muy bien urdido, entrelazado lo ingenioso y los fabuloso (de nuevo, en sentido literal y literario).
El protagonista es fascinante aunque no acabas de ponerle una única cara, un único cuerpo y eso que narra cómo viste, cuánto mide y otras cualidades físicas que deberían servir para acertar en el aspecto general, sin embargo es de difícil precisión tal vez para que nos resulte familiar y desconocido a un tiempo y así estar en consonancia con el contenido que protagoniza, totalmente alucinante, desde la infancia, estudios, trabajo, amistades, familia y presente.
El aire quijotesco le confiere un halo de credibilidad cariñosa que se te pega al gusto por la lectura y la buena literatura que Landero hace tan bien. Las conversaciones continuas que expuso en Lluvia fina aquí es un monólogo magistral que te muestra un espectro importante de personajes variados que pueden estar en nuestro entorno perfectamente.
Las carcajadas que provoca también pueden hacerte subrayar párrafos exquisitos y lecturas en voz alta para ti o para alguien más como de la página 175 a 183 Mi pequeña fauna...
Podría destacar muchas expresiones y párrafos enteros porque dan qué pensar, solo un par que no puedo evitar: "Si a mi tuvieran que meterme miedo como si fuese un niño, no habrían de decirme que viene el coco, sino que vienen los otros" pág. 56 y "Además de los pies, se me desparrama también el pensamiento. Y el pensamiento, si uno no lo controla, se echa al monte, como quien dice, se pone bravo y traspasa todos los límites (...) no hay horror ni miseria que pueda serle ajenos" pág. 81
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