lunes, 24 de julio de 2023

EN ESPAÑA SOMOS ASÍ

 EN ESPAÑA SOMOS ASÍ


Hace muchos años que estoy encantada de no vivir en Madrid, pero reconozco que ayer me hubiera gustado. Me hubiera gustado votar a SUMAR e ir a felicitar a esta mujer. Me hubiera encantado decirle que ha conseguido ser David frente a Goliat porque, contra todo pronóstico, con los medios más feroces en contra, con la tradición de izquierdas decepcionada, con la apisonadora franquista a todo gas, con la inmovilización social instalada y bien anclada, con la demagogia más absoluta, con el insulto como argumento, en definitiva con la esperanza y la dignidad como únicas aliadas, ha conseguido sumar casi tanto como la extrema derecha que ya es decir en España.

Yolanda es así.

El clima de victoria que han esparcido por doquier la derecha y extrema derecha ha sido asfixiante, respirarlo ha sido tarea de titanes y ella lo ha hecho, sin arrugarse, sin dejar de sonreír, sin titubear, con datos, propuestas, experiencia y alternativas deseables, que nos mejoran las vidas y nos las deben mejorar más. 

El trabajo ha sido en las peores circunstancias, sin terminar de construir el proyecto SUMAR, sin consolidar apoyos totales, sin fidelizar a una parte del electorado de izquierdas, sin tiempo para ejercer su estrategia con calma. Por esto también, los 31 escaños son de oro, valen el doble, saben de maravilla.

Tenemos una ley electoral que penaliza a las minorías. Ojalá consigamos cambiarla pronto por el bien de la democracia, porque cada persona tiene derecho a que su voto cuente lo mismo, viva donde viva. Precisamente por no vivir en Madrid mi voto a SUMAR no ha llegado al Congreso, lo tengo asumido, nunca llega desde que puedo ejercerlo, pero siempre está ahí, alentando los intereses de la clase trabajadora, mi clase, esa clase de España que hoy hemos dormido tranquilas/os, que hoy nos levantamos con una sonrisa placentera, bonachona, agradecida, sincera, inevitable con la que besamos a nuestras parejas, sean del sexo que sean, con la que saludamos a los vecinos en el ascensor, con la que damos los buenos días al jefe, a la frutera, al conductor de autobús y a la joven camarera estudiante, una sonrisa tranquila que nos contagia Yolanda.

Tantas cosas en juego en una papeleta...algunas perdidas ya en algunos ayuntamientos y comunidades porque cuando el fascismo coge el poder lo ejerce como sabe, desde el principio y sin contemplaciones, cambian el nombre de la realidad, impiden la diferencia, prohíben la diversidad e imponen el desvío de dinero público a sus asuntos privados.

Años 20 siglo XXI...No han pasado gracias a Yolanda. En España somos así.

2 comentarios:

  1. Pues así ha sido. No se podían tener más elementos en contra: las algaradas fascistas, sí fascistas. Las fuerzas reaccionarias atacando por todos los flancos. La vertiente de éstos en forma de empresarios, advirtiendo del fin del mundo si no ganaban los suyos. Los medios de comunicación cercandola todos a una (incluso los que debieran hacer un periodismo serio e imparcial)...
    Todo en contra... y ella ha plantado cara como nadie lo hubiera hecho. Y con la templanza, la sonrisa, la tranquilidad y la creencia firme de por dónde ha de ir!
    Eso solo lo alcanzan los elegidos.
    Me va a tocar recapitular mucho.
    Mis gracias eternas, compañera Yolanda. O eternamente Yolanda.

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