¿NOS HACEMOS OÍR?

Como docente de la Educación Pública española me siento interpelada cuando leo en prensa que Hazteoír ha enviado a colegios e institutos de Madrid, Andalucía, Castilla León y Murcia, cartas "contra el adoctrinamiento en ideología de género".

Deben tener bastante apoyo institucional para atreverse a semejante hazaña.

¿Alguien se imagina el caso que haría la Administración Pública a una organización que escribiera a colegios e institutos de su competencia contra lo que dicha organización entiende que se hace en las aulas? La única doctrina que se imparte en la pública es la religiosa, de acuerdo con la Ley Wert, la de toda la vida dictatorial y democrática, esa se sigue enseñando con el dinero de todos y cada uno de los españoles sean o no creyentes, bordeando la aconfesionalidad del estado en la Constitución.

Ojalá se educara en serio en IGUALDAD, con todos los recursos posibles y en todos los ámbitos socializadores de la infancia y juventud, incluida la educación formal. No sólo los colegios e institutos educan en valores, las familias, los medios de comunicación, la publicidad, las modas, la música, el deporte, las religiones, las costumbres, las tradiciones y redes sociales lo hacen y lo hacen más y con más influencia.

Basta ya de poner en la diana a la educación pública desde asociaciones ultras que discriminan a numerosos colectivos de personas. ¿Quién se creen que son? Desde luego alguien con muchos medios y contactos para hacer lo que hacen y salir de rositas...en este país esos "alguien" triunfan y deben saberlo bien porque no escatiman recursos ni osadía.

Cuando un sector del PP quiso boicotear la Educación para la Ciudadanía los tribunales se encargaron de dictar sentencia en su contra, sobran los motivos para que el estado eduque en IGUALDAD.

Espero que ningún equipo directivo de la público se haga oír. Deseo que la concertada haga lo mismo en tanto que mis impuestos la sostienen. Y lo que más deseo es que intervenga la Justicia para que este tipo de organizaciones desaparezca o al menos no se inmiscuya en las competencias básicas públicas como es la educación.