DÍAS DE LIBRE DISPOSICIÓN

Menos mal que la Consejería que emite la orden a las personas funcionarias de Castilla La Mancha es de Educación y afecta a personal docente, es decir, profesorado, porque si no podría tratarse de una broma, un chiste malo. Una broma lingüística y sobre todo de mal gusto.

El pasado mes de julio se firma por parte de la administración competente que el profesorado podemos tener "días de libre disposición" y consiste en regular dichos días, es decir, en condicionarlos, determinarlos, hasta el punto que el atributo "libre" resulta una burla.

El personal no puede elegirlos seguidos (uno entre octubre y enero y el otro entre febrero y junio), ni lunes ni viernes, ni antes o después de vacaciones, ni en evaluaciones. ¿Dónde está la libre elección?

Resulta que somos la única Comunidad Autónoma que va a 20 horas lectivas, con ratios elevadas, sin personal suficiente, ni apoyos, ni, en ocasiones, recursos materiales adecuados.

¿Qué hemos hecho para merecer esto?

El pasado curso, empezado como siempre, se nos ofrece la posibilidad de los "días moscosos" y este verano se publica su regulación totalmente incoherente. Si tengo familiares enfermos a los que cuidar dispongo de permiso para ello y si me sobreviene algún problema lo puedo resolver racionalmente con mi equipo directivo como he hecho hasta ahora.

¿Para qué son estos días de "libre" disposición?

Yo pensaba que podrían ser un "consuelillo" a nuestra carga horaria por lo que deberían ser realmente libres en tanto que las necesidades del centro lo permitieran. Es decir, podrían ser lunes, viernes, prepuentes, pospuentes, seguidos, en fin cuando interesaran al afectado y al centro, sin más.

Desconozco lo que sucede en otras Comunidades respecto a este asunto o parecido, pero lo que nos sucede aquí, en nuestra Castilla La Mancha, es muy difícil de entender sin ser malpensada.