lunes, 23 de septiembre de 2019

DECLARACIÓN DE EMERGENCIA CLIMÁTICA


Las Declaraciones Institucionales no sirven para nada. Nunca. Ninguna.

Para sumar el mayor consenso se vacían de compromisos y acciones concretas por lo que su valor es papel mojado literalmente hablando.

Sin embargo se discuten acaloradamente en los Ayuntamientos, Juntas y Congreso incluso por cada coma y adjetivo que incluya dicha Declaración. Se teme aprobar documentos que supongan mínimos de ideología social con lo que no se comulgue. Finalmente de aprueban estas Declaraciones y se meten en un cajón de donde nunca salen.

No hay mayor gesto político de hipocresía que las Declaraciones Institucionales al uso.

Si hay un tema preocupante, un asunto clave, una necesidad urgente nunca debe ser tratada bajo la fórmula de Declaración porque es lo mismo que no tratarla.

Así, la última ha sido sobre el CLIMA la semana pasada en nuestro querido Congreso de los Diputados con el voto en contra de Vox y con enmiendas del PSOE y Ciudadanos a propuesta de Unidas Podemos, defendida por Equo.

Ahora ya sabemos la importancia que tiene para nuestro Parlamento este asunto. Porque si importara no habrían seguido el tratamiento de Declaración y sí el de Moción que implica acciones y compromisos concretos, en tiempo y forma, valoraciones y seguimientos, es decir, actividad política.

Cuando realmente importe un poquito el cambio climático no se firmarán declaraciones institucionales, se pasará a la acción con recursos económicos y humanos, con reformas y leyes. De momento lo único que hay son meras poses.

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