EL CÍRCULO

James Ponsoldt, 2017

Preparando material audiovisual para mis clases he decidido analizar la película El círculo, basada en la novela homónima de Dave Eggers de 2013.

La cuestión del peso e importancia de la tecnología en nuestras vidas es un ingrediente básico del día a día entre mi alumnado (secundaria y bachillerato) así que hay que tratarlo en clase. La comunicación como elemento humano distintivo es fundamental para entendernos y hacernos entender. La comunicación tecnológica es ambas cosas y es nuestra realidad, nuestra vida hoy.

Nada más representativo de las redes digitales que la figura de un círculo, la redondez une sin diferenciar arriba de abajo, principio de final, derecha de izquierda, mejor de peor, todos los puntos son equidistantes del centro, todo tiene que ver con todo, la Pangea clásica.

Todos los bolsillos traseros de los pantalones de mis alumnas llevan móvil como todos los bolsillos delanteros de los pantalones de mis alumnos. Todo el rato, de hecho para sentarse en clase lo sacan y lo meten en la mochila.

Los cambios en la protagonista desde que entra en El Círculo y hasta que navega rodeada de drones son muy tentadores aunque maquillados por la ficción, atracción cinematográfica, trama novelesco y otros elementos propios del entretenimiento.

El binomio seguridad-libertad está presente constantemente. La vigilancia a través de cámaras ocultas que registran cada movimiento, lugar, actividad y conexiones digitales, supone conocimiento que a su vez significa control, osea, poder.

Poder sobre las personas conectadas. Hasta hacerse imprescindible para nuestra salud!!!

Si perteneces a una determinada compañía digital puedes votar a la presidencia de tu país, si no...¿democracia?, ¿obligación de votar, responsabilidades políticas, asunción de las leyes vigentes, pago puntual de impuestos...?

Valores éticos como la amistad, la familia, con sus confianzas, emociones y principios morales están en juego permanentemente y perfectamente ejecutados por Emma Watson, me parece a mi.

¿Qué pasaría si El Gran Hermano de 1984 dispusiera de la tecnología actual? Tal vez, a estas alturas, ya lo hayamos asumido y estamos en una era posorwelliana, ¿qué te parece?

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