domingo, 1 de septiembre de 2019

¿QUÉ BUENA NOTICIA TIENES HOY?




Ya están los quioscos a rebosar de cartones con objetos varios, la mayoría miniaturas...piezas que ensamblar semanalmente, minerales de colores, cochecitos de marcas, muñequitas de antaño, novelas premiadas, discos antiguos, patrones de costura, cómics, superhéroes de plástico duro de bolsillo, series famosas con interminables temporadas, revistas científicas o de tecnologías, etc. Es el pistoletazo con el que comienzan las rutinas, la vuelta a lo de siempre, una seña de identidad necesaria, puede que sea un mecanismo psicológico para tener algo con lo que hacer que se empieza y así se acaba un período de nuestra vida, como hitos temporales con los que separar los días, como límites fronterizos con los que distinguir las acciones diarias...en fin, como producto social perfectamente programado fruto de la cultura occidental consumista.

¡Qué manía con coleccionar!

Nunca entendí el gusto o el placer de coleccionar nada, ya fueran sellos que no ocupan mucho espacio ya fueran camioncitos que sí lo hacen. A mi alrededor siempre ha habido coleccionantes, de lo que fuera, incluso una amiga hace colección de soldaditos de plomo a la que he contribuido recientemente.

Es un buen ejemplo de consumismo individual e interior, casi introspectivo que nos han inducido con un grado de éxito considerable. Se colecciona de todo o todo es coleccionable, siempre que tengas espacio para almacenar no hay problema, por tus colecciones te conocerán, podrás coleccionar y coleccionar y coleccionar lo que esté de moda, de lo que se hable en las redes, lo que salga en la tele, lo que veas a los niños y niñas del colegio de tus hijos, cualquier cosa puede ser una estupenda colección que empieza en septiembre. Si es colección privada es mucho más interesante y mejor, por supuesto sea lo que sea será más caro pero a lo vez más selecto y por tanto con más prestigio (eso dicen en los canales de televisión tipo teletienda), de lo que se colecciona se cría, dime qué coleccionas y te diré quién eres...

Me gustaría poder sumarme a esa gran mayoría de gente que colecciona cosas pero no sé qué cosa me atrae para querer tener muchos ejemplares o piezas que compongan un todo especial y único. Además no tengo mucho espacio en casa, tendría que ser algo diminuto, mejor que no ocupe espacio...

...tal vez podría coleccionar buenas noticias, esto sí que me gustaría tener, incluso compartir, es más sería una colección sin fin, sin fecha de caducidad, sin entrega última, incompleta siempre, con la expectativa de encontrar en la próxima entrega una mejor que la última.

Como no creo que exista un quiosco que venda buenas noticias propongo que todas las que encontremos nos las pasemos por aquí.

¿Qué buena noticias me ofreces?

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15 comentarios:

  1. Mujer de 63 propone Hacer la revolución con su colección de adoquines

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  2. https://www.hoy.com.py/lgbt/el-beso-entre-un-judio-y-un-arabe-en-jerusalen-recorre-el-mundo

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    1. Gracias por la estupenda noticia, la vi por facebook...¿te importaría decirme tu sexo y edad? es por la estadística, gracias!!!

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    2. Vale, crearé una variante sexual...tal vez no seas únic@!!!

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  3. "Mujer" de 20 años propone Un viaje familiar donde ha encontrado una cámara polaroid en un mercado de antigüedades para coleccionar momentos.

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    1. Ah esas cámaras...pues sí es una buena noticia, espero que haya sido barata porque ya no se ven y pueden tener precios abusisvos!!

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  4. Una buena noticia… Que tengo la tarde por delante.
    Y sobre colecciones… no es lo mío. Aunque pensando... me gustaría coleccionar una cosa, en sus diferentes versiones: sonrisas, risas y carcajadas. Las guardaría en un cajoncito, uno específico para cada una. Sacaría las primeras cuando llegaran los ceños fruncidos (los ajenos y los propios); las segundas, en los días grises y las últimas para cuando nos digan qué hermoso es el traje del emperador.

    Recuerdo, de niña, ver una película que trataba del robo de la sonrisa a la Gioconda, de tal manera que en el cuadro aparecía triste. Desde ese momento, nadie en la ciudad podía sonreír y mucho menos reírse. Recuerdo lo que me angustió pensar que eso podría ocurrir. Me moría de miedo solo de imaginarlo. De niños lo creemos todo, cómo va a ser que nos quiten la alegría.
    Quizá por eso coleccionaría sonrisas, risas y carcajadas. Por si resulta que de mayores advertimos la mentira.

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    1. Gracias por participar...estupendo coleccionable que tienes por delante, me parece que nos sobran los motivos para que no falten las risas, las de todo tipo, incluidas las de por no llorar.
      Falta tu edad, ¿te importa mencionarla? quiero hacer una estadística para que tenga peso científico el experimento jajajaja

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  5. Hombre de 55 años, los días felices que
    con la familia pasamos en los viajes

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    1. Muy buena noticia, incluyes familia y viajes, una combinación que si funciona es perfecta!!

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  6. Mujer de 64 años
    Poder ir al Museo del Prado al taller Velazquez versus Rembrand

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