lunes, 26 de julio de 2021

QUINTO OCÉANO


OCÉANO AUSTRAL


Hace poco más de un mes el Planeta Tierra tiene...¡¡un Océano más!! 

https://cnnespanol.cnn.com/2021/06/23/national-geographic-dice-mundo-tiene-un-quinto-oceano-trax/#:~:text=National%20Geographic%2C%20uno%20de%20los%20grupos%20cartogr%C3%A1ficos%20m%C3%A1s,el%20cuerpo%20de%20agua%20que%20rodea%20la%20Ant%C3%A1rtida.

Me gustaría saber qué tiene que decir la glacióloga Karmenta al respecto... Siempre que pensamos en la Antártida solemos visualizar glaciares, frío, tonos blancos y azulados, pingüinos, sur, tierras vírgenes, lejos, fin...algo realmente original. Parece que el agua que rodea este continente también lo es ya que la Sociedad Nacional Geográfica ha dicho, después de 100 años, que se puede delimitar y así distinguir del resto de aguas de océanos que le llegan, es decir de todos menos del Ártico.

Es cuando menos curioso ¿no? ¿Cómo distinguir dónde empieza y dónde acaba algo que fluye, algo que continua, que no acaba? Parece una broma, sin embargo hay multitud de items que se estiman para afirmar que (¿desde cuándo, siempre ha estado ahí, así?) hay un quinto océano en el explotado planeta que habitamos. Resulta que es ahora y no antes ni después, todo tiene su momento, también el reconocimiento de los océanos, así que nombrar es lo mismo que ser.

Cuando Protágoras insinuaba que el ser humano es la medida de todas las cosas, de las que son en tanto que son y de las que no son en tanto que no son, no sé si imaginaba que en 2021 el ser humano nombraría un océano nuevo que siempre ha estado ahí. La medida de todas las cosas oceánicas lo ha dicho ahora y Protágoras vivió en el siglo V a.C.

Las palabras, su uso correcto, su significado cambiante, componen lo que hay, son la realidad para poder entendernos y por eso poder continuar los quehaceres de la vida. Se nos olvida que somos los seres humanos quienes llamamos a las cosas como lo hacemos, que podríamos haberlo hecho de otro modo, que se cambian según nos interese y que si no las nombramos no existen. Esto también tiene sus años, los nominalistas, en sus diferentes versiones, ya afirmaban que no existen los conceptos si nosotros no nombramos lo individual y lo comparamos para generalizar y hacernos entender.

El caso es que nombrar océanos en el siglo XXI no se me había pasado por la cabeza como ejemplo de relativismo o nominalismo, pero ahí está la cosa. Si sucede con el agua de los mares ¿qué no sucederá con los humanos, sus creencias, sus ideologías, sus acciones, sus palabras? me viene a la cabeza el uso del término libertad en boca de la derecha madrileña, es un caso paradigmático de confusión en favor de unos intereses que no corresponden a la definición asentada de la palabra.

Qué complicado esto de nombrar y cuánto nos afecta a la comunicación diaria, a los malos y buenos entendidos, para empezar a la geografía y la ciencia.

"Descansemos un poco de nuestra actividad racionante, que es, en último término, un análisis corrosivo de las palabras. Hemos de vivir en un mundo sustentado sobre unas cuantas palabras, y si las destruimos, tendremos que substituirlas por otras. Ellas son los verdaderos atlas del mundo; si una de ellas nos falla antes de tiempo, nuestro universo se arruina." pág. 277, Juan de Mairena, Antonio Machado, Alianza, 1986.

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