EL HOSQUILLO

 EL HOSQUILLO

Serranía Alta de Cuenca

Más de 900 hectáreas de monte dan para mucho, sobre todo si la orografía es tan agreste y variada. La diversidad de flora y fauna es un hecho inevitable dadas las condiciones físicas y ambientales. Un lujo al alcance de cualquiera porque las instalaciones que se visitan son completamente accesibles y los guias explican los contenidos de manera fácil de entender, con buenos ejemplos y paciencia para responder a cualquier curiosidad o dudas que suscite el entorno.

Como todo espacio protegido El Hosquillo también tiene su historia que nos enseña nuestra historia. Que en los años sesenta fuera Parque Cinegético viviendo en la dictadura franquista es nuestra historia y marca el comienzo de la del propio lugar. En los ochenta pasa a ser gestionado  por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha como espacio de conservación, investigación y educación ambiental. Que yo sepa, ahora sigue con estos objetivos, aunque las circunstancias políticas y la pandemia hacen que las cosas cambien, por ejemplo que se pretendiera privatizar para la caza en época de Cospedal o que no se puedan realizar determinadas actividades prepandémicas que servirían para concienciar mejor sobre nuestro uso y abuso de la naturaleza.

Imagino que visitar la zona en otoño, invierno y primavera debe ser una experiencia maravillosa. Ahora también lo es pero el calor del verano serrano, aunque muy distinto del manchego, sigue siendo conquense y las temperaturas en Julio están siendo muy altas. Los riachuelos apenas tienen agua y el río  Escabas tiene la justa. Permanecer al sol para observar las aves rapaces no es muy aconsejable con niños o mayores a partir del medio día. Sin embargo, como hay bastante arboleda, es fácil disfrutar la estancia en la sombra (lo cual no baja mucho la temperatura...).

Los museos junto con las instalaciones al aire libre componen un itinerario sugerente, entretenido y educativo para todo el mundo. Ver gamos, muflones y ciervos en libertad siempre llama la atención y nos conciencia de la importancia del medio para vivir bien, la sierra ha de ser "su medio" porque de lo contrario dejarían de ser lo que son y ya hemos extinguido demasiadas especies por nuestras acciones como para prescindir de más vida natural.

Si vas con niñ@s la cosa cambia, su curiosidad es infinita y la sorpresa por ver una mariposa, un jabalí o un oso o un búho es pura alegría y diversión. Rápidamente entienden los motivos por los que están en el parque, siempre a causa del ser humano y siempre con consecuencias perjudiciales para ellos. Los guías nos hablan de furtivos, de pesticidas, de abusos...

Afortunadamente es un Parque Natural y la protección no se cuestiona. Ojalá siga así mucho tiempo y la ciudadanía podamos disfrutar de este rico espacio natural para tomar conciencia de su necesidad y nuestro estilo de vida. Investigar para conservar mejor y enseñarlo es uno de motores de El Hosquillo, plagado de anécdotas de todo tipo como ser el lugar del primer programa de la serie televisiva El hombre y la tierra del gran naturalista Félix Rodríguez de la Fuente.