MAIXABEL
Iciar Bollaín, 2021
Ayer, al salir del cine, estuve comentando la película bastante rato con unas amigas cinéfilas, así que hicimos observaciones de todo tipo, desde el trabajo extraordinario de los actores hasta los planos técnicos y el vestuario, desde la corrección y precisión de los hechos históricos, reales, la importancia de políticas pacifistas basadas en el diálogo. Todo lo comentable. Nos emocionamos, sentimos rabia y acabamos admitiendo que era una película optimista, que mostraba un lado bueno de la vida en medio del odio y la violencia del terror.
Sin embargo hoy, en clase, ante mi alumnado adolescente, preguntando por su cosmovisión del mundo actual, pidiendo que indicaran cinco características de la misma, he intervenido para exponer que además de todo lo que han dicho también nos caracteriza el diálogo social, la empatía, la mediación, las ganas de vivir en paz, de ser mejores personas, de re-conciliación, de esperanza. Así que he tenido que hablarles de la película Maixabel (creo que irán esta tarde a verla).
Bollaín elige muy bien a sus actores (nadie se imagina a una mujer maltratada que no tenga la expresión de Laia Marull...), sus historias, sus profesionales en bandas sonoras o iluminación, es una cineasta muy buena y original. En esta ocasión también escribe el guion junto a Isa Campo. Por esto creo que esta película es pura Icíar Bollaín, comprometida, cuidadosa, respetuosa, documentada, reveladora de situaciones importantes y difíciles pero reales, asequibles a cualquiera. Sin esfuerzos, consigue llevarnos al interior de personas y personajes para ponernos en su lugar, ya sean asesinos o sus víctimas, familiares o políticos.
El funcionamiento de las cárceles, las leyes que afectan día a día a los derechos y deberes de los presidiarios y funcionarios, no suele ser conocido, sin embargo es clave para entender un episodio fundamental de la vida española de los últimos cuarenta años. La profesionalidad y sensibilidad del personal carcelario tiene mucho que ver con el éxito o fracaso de las políticas de reinserción y estas con los recursos públicos, materiales y humanos.
En la película tienen un papel fundamental la figura de la mediadora social (no es casual que esté embarazada porque el proceso que está empezando-cárcel- puede ser como un parto-casa-, metafóricamente hablando), su actitud y comportamiento, su convencimiento y sensibilidad ante un experimento crucial para la vida de personas muy dolidas y maltratadas, muy destruidas y vulnerables. Poder tener una vida casi normal o no tenerla es cuestión de un programa de mediación y su buena puesta en práctica. El contexto carcelario está expuesto con sumo cuidado y hace posible cierto conocimiento de la España de principios de siglo XXI.
Agentes socializadores como los partidos políticos, las amistades, la familia, las tradiciones, los trabajos, la vecindad, en definitiva los grupos humanos que rodean a los protagonistas y les influyen, aparecen bien retratados en solo unos pocos planos y minutos pero suficientes para captar su importancia y valor en la historia.
Conmovedora porque te acerca a la verdad. Imprescindible para caminar por esta década tan incierta, en tantas cosas importantes para la ciudadanía española actual y futura. Saber es necesario e inevitable para aprender de los errores propios y ajenos. El cine, una vez más, en su aspecto social y comprometido, nos ofrece la oportunidad de crecer como personas, como buenas personas.
Estaba esperando tu crítica como el campo al agua. Nunca me decepcionas. Tú, como Bollaín, sois cada día más grandes y necesarias. Gracias por poner en palabras lo que algunas pensamos
ResponderEliminarSospecho que no eres imparcial del todo...de nada, un placer enorme!!
Eliminar