POBRES ELECTRICAS ESPAÑOLAS.

 ELÉCTRICAS, ESAS POBRES EMPRESAS...

Gracias a las eléctricas españolas los titulares sobre el precio del megavatio-hora en España se quedan obsoletos de un día para otro.

Está claro qué quieren estas pobrecitas empresas, tan mal tratadas por sus clientes y el gobierno de coalición de izquierdas. Solo ganar el triple que sus colegas alemanas...ay, pobrecillas, les ha tocado negociar con comunistas que solo buscan que repartan su riqueza extraordinaria obtenida a costa de la ciudadanía y autónomos. Qué mala suerte tienen estas multinacionales energéticas que en tiempos excepcionales de pandemia e inclemencias meteorológicas no les dejan robar todo lo que ellas desean y planifican a conciencia. 

Acostumbradas como están a tener esos sueldos de cargos directivos que superan el millón de pesetas mensuales de largo, con incentivos millonarios al año, estos de euros, ahora les pide el gobierno que tienen que repartir los beneficios que se han ganado a pulso, con el sudor de la frente de otros y con el abuso constante como norma de rentabilidad.

Ellas que manejan el mercado, que lo inventan, que establecen sus reglas de juego, que lo miman como a sus propios hijos, no pueden renunciar, ni en situaciones excepcionales como las actuales, a un ligero cambio en esas, sus, reglas de juego que nos afectan a todas y todos.

Hemos visto su fortaleza mostrando una postura sólida de chantaje al gobierno, es decir a todos los españoles y españolas, despreciando el diálogo, desoyendo los argumentos, huyendo de acuerdos y responsabilidades sociales, mostrando una gran empatía hacia sí mismos y sus intereses (para decepción de la ministra de Energía). Son duros, aprietan los dientes cuando les insinúan que tienen que arrimar el hombro, ellos, con sus trajes de dos mil euros no pueden ensuciar sus bolígrafos o teclas de sus últimos dispositivos móviles para contribuir a la salida de la brutal crisis española actual.

Es que están por encima del bien y del mal, pobrecillas, pobres dirigentes y directivos, puede que no lleguen a fin de mes en otoño y tengan que vender sus muebles para pagar la calefacción, o tal vez no tengan para calentar esas pequeñas casas en las que residen una temporada al año.

Menos mal que cuentan con una defensa cerrada, incuestionable, férrea, fiel y de toda la vida en el PP. ¿Qué sería del PP sin las eléctricas y de las eléctricas sin el PP?

Es tan inmoral que merecerían un chantaje de apagón general por parte de la ciudadanía para que supieran quién mantiene a quien. La venganza no es algo bueno para nadie, ni siquiera para quien se lucra con sus consecuencias porque están viciadas, son corruptas de entrada y pueden tornarse en contra antes o después. Pero, en este momento crítico, estas eléctricas necesitan saber quién las mantiene y se lo tenemos que enseñar sin tapujos, sin dudas, claramente. Apaguemos, desconectemos todos los aparatos eléctricos posibles de nuestros hogares y lugares de trabajo. Hay convocatorias ciudadanas, sumémonos a ellas...lo necesitan las pobres eléctricas españolas!!!