EL DESTINO DE MAYA

 EL DESTINO DE MAYA

Tiina Lymi, 2024

Espectacular fotografía y música, la interpretación muy buena y los escenarios brutales tano los intimistas como los exteriores. Todo está bien y contribuye a que sea una buena película, a pesar de la duración que podría haberse reducido un poco, aunque como se basa en varios libros supongo que debe ser difícil no contar, no mostrar, contenidos para ser fiel al texto.

Las imágenes protagonizadas por el agua son sencillamente maravillosas. También los primeros planos.

Vemos la vida entera de una mujer desde el final de su adolescencia hasta su vejez, llena de vicisitudes a cuál más compleja y exigente de resolver. La protagonista se enfrenta a muchos inconvenientes por ser mujer que sabe darle la vuelta y acabar decidiendo ella sobre ellos.

Partimos de un matrimonio de conveniencia, cuyos componentes aprenden a ser pareja mientras lo son. Esta característica de ir viviendo lo que se pretender vivir es constante, así en la maternidad, en los negocios, en la guerra, en la educación de los hijos, en las relaciones económicas y familiares.

Todo el tiempo verbal es gerundio, marcando el ritmo de los acontecimientos, las alegrías y las penas, los dilemas morales, las consecuencias de las elecciones. Construir la casa en un lugar aislado del resto del mundo, en un islote sin habitantes. Procurarse el medio de vida y subsistencia familiar, no caer en el desamparo aunque se esté en él, levantarse y trabajar cada día, incluso con el ejército en casa abusando de su hospitalidad por la armas.

Maya es una mujer fantasiosa, atrevida que obedece las normas convencionales a su modo y cuando debe asumir riesgos lo hace de frente y con responsabilidad. Acaba siendo una madre coraje, una compañera ideal, una hija cumplidora.

Hay elementos mitológicos escandinavos que suponen cierto exotismo y una perspectiva al margen de la realidad, acercando la vida de los personajes a la ficción y así permitiendo que separemos el drama de su crueldad y la comedia de su burla.

Supongo que el siglo XIX hubo muchos personas autónomas en todo el mundo, que en condiciones muy adversas vivieron e hicieron posible la vida de muchas otras. Muchas de ellas debieron ser mujeres, de cuya valentía e inteligencia tenemos pocas películas.

No me extraña os premios que le han dado en diferentes festivales de cine. Merece la pena verla y sentirla.