viernes, 30 de abril de 2021

LORCA, EN CUENCA

 SAN JUAN-LORCA

Auditorio de Cuenca, 29/4/21


Maravilla, maravilloso!!

Un batería, un bajo y un saxo (a veces teclado). Cuatro luces cenitales y un par de focos. Un escenario ocupado por la voz y el silencio de Alberto que era Lorca, por un cuerpo de Alberto que eran gestos de acercamiento a Lorca. Las palabras de Lorca en la boca de Alberto y un auditorio atento, emocionado y agradecido al poeta, al actor, a los buenos artistas.

Cuando llegué a casa cogí Poeta en New York y fui señalando los poemas que recordaba haber oído a Alberto un rato antes. Qué barbaridad de textos, qué complejidad de vocabulario, qué riqueza sonora, qué fuerza interpretativa y espectáculo tan bien llevado. Porque fueron 1910, El rey de Harlem, Danza de la muerte, Paisaje de la multitud que vomita, La aurora, Niña ahogada en el pozo, New York, Grito hacia Roma y Son de negros en Cuba, los poemas que recordé y mientras los releía veía a Alberto en el escenario y casi volvía a oír su voz contundente y clara, vocalizando cada palabra, dejando algunas en el aire antes de darse la vuelta para salir del foco y rodear a los músicos.

La fuerza, la belleza, la armonía de la poesía lorquiana, difícil y exigente nos llegó al fondo de nosotras mismas, nosotros mismos, para provocarnos todo lo que hace sentir el arte bien realizado, sin estridencias pero sin contemplaciones a la vez, provoca estar en alerta y digerir rápido los significados, las metáforas y las alusiones de cada palabra dicha, perfectamente dicha.

Alberto es un actor grande, que anoche fue un poeta grande, original, rompedor, valiente, inspirador de mil maneras de expresar el arte. ¿Qué habría sido de España si el fascismo no hubiera asesinado a Lorca? Puede que al vivir más años y escribir más poemas, teatro, canciones, conferencias, habría influido a más personas en más ámbitos durante más tiempo y la estela lorquiana que hoy recorre España sería más insondable y rica, variada y plural, más completa y abierta por lo que nuestra cultura también lo sería. La inteligencia y la sensibilidad de Lorca han quedado para siempre frente a la intolerancia y la podredumbre de poderes que esclavizan a los pueblos. 

Otra vez siento que mi alumnado de bachillerato no asistiera. Maldita pandemia. Son varias las ocasiones que suceden eventos culturales de calidad en Cuenca y la población estudiantil no cuenta para los organizadores porque no acaban de crear una comisión pedagógica en la Concejalía de Cultura. En un mes tendrán la EBAU (antigua Selectividad) y se examinarán de Federico García Lorca. Cuánto habrían aprendido anoche si, al menos, unos cuantos hubieran asistido. Sólo hay seis institutos en la ciudad...


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