CAZADORAS
Cuando he leído el artículo LAS MUJERES PREHISTÓRICAS TAMBIÉN CAZABAN ANIMALES GRANDES (varios medios lo difunden con fecha 5/11/20) no he podido evitar una medio sonrisa. Otro ejemplo de cómo escribimos la historia inevitablemente desde una cosmovisión incompleta, siempre sesgada y en muchas ocasiones machista.
Los mitos en la ciencia (neutralidad, progreso indefinido e infalibilidad) tienen que ver con los fraudes, necesidad de prestigio en los egos, nacionalismos ridículos, endiosamientos varios y dinero. Pero además muestran la ¿inevitable? carga de prejuicios con la que analizamos, miramos, realizamos hipótesis, verificamos y sacamos conclusiones.
Resulta difícil pensar que una actividad arriesgada, inteligente, precisa pueda estar desempeñada por mueres, aunque sea en la prehistoria...hasta que una proteína nos dice el sexo de los dientes encontrados en las excavaciones de hace 8.000 años y resulta que junto a los restos de utensilios de caza hay restos de mujeres.
Celebro que se crucen estudios, descubrimientos, tecnologías y experiencias para saber más sobre nosotros mismos y nuestro pequeño mundo. Gracias a la colaboración de distintas ciencias, a la voluntad de mezclar avances oportunos, tenemos más posibilidades de llegar a certezas, aunque puedan ser provisionales.
Cazador@s y recolector@s, estos han sido los trabajos de la humanidad desde que se bajó de los árboles. La especialización laboral, la división del trabajo, vendrá después, será con el avance de la cultura y el dominio del medio como consecuencia inmediata.
Pudiera ser que el trabajo, como los juguetes, no tiene sexo, es decir, que cualquier persona puede desempeñar cualquier trabajo. Las limitaciones que podría tener no tienen nada que ver con sus genitales.
Noticias como esta nos devuelven una poco de humanidad, de normalidad y nos acercan a la comprensión de la historia que vamos escribiendo, a su análisis y sutilezas, a sus afirmaciones delicadas e imprecisas. La probabilidad tiene un aspecto de sesgo de género, cuidado con él porque las visiones del mundo las vamos haciendo a cada paso que damos, así como los estereotipos de género los vamos construyendo con cada palabras que decimos y con cada acto que realizamos. No debemos escudarnos en tradiciones o pasados que ya estaban sesgados de partida o que los interpretamos a la luz de nuestros propios, adquiridos o recientemente creados, sesgos.
Con la hermenéutico sabemos que hay que estar alerta permanentemente porque, en las versiones que hacemos del conocimiento volcamos todo lo que somos y deseamos.
Ojalá que vayamos acostumbrándonos a abrir la mente y aceptar las cosas de manera nueva, diversa, otra, a como nos cuentan nuestros convencionalismos, nuestras ideologías.
Por cierto, cazar animales grandes es cosa de muchos individuos ¿por qué no iban a cazar animales grandes las mujeres, aunque solo fuera para hacer grupo y tener éxito para sobrevivir?
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