lunes, 2 de noviembre de 2020

 GUILLERMO DE BASKERVILLE



Resulta inevitable la asociación de ideas entre el actor Sean Connery, el personaje de El nombre de la rosa Guillermo de Baskerville y el monje franciscano y filósofo Guillermo de Ockham.

Cuando ha muerto el primero parece que lo hubieran hecho los otros dos también. La tristeza de la noticia me lleva al recuerdo de la película, la novela, y a las clases de Filosofía Medieval.

Un debate (franciscanos y dominicos) sobre la pobreza de la iglesia en una abadía, una lentes, una biblioteca y una serie de crímenes achacados al demonio. El Cisma de Occidente a punto de empezar, la Edad Media pronto acabará y las relaciones de la fe con la razón van a conocer nuevos argumentos.

Todas las épocas que suponen rupturas son especiales porque ocurren sucesos capaces de generar novedades y olvidos, revoluciones. Acudir a la observación, a la inducción, a las hipótesis y a las deducciones probatorias supone hacer justicia y no necesitar el mito para saber la verdad.

Guillermo de Baskerville, Guillermo de Ockham o Sean Connery encarnan esa revolución resolviendo el enigma, contra los elementos poderosos de la tradición (Superstición) y el poder (Inquisición), contra las mayorías y sus violencias. 

Inevitable también acercarse a la intolerancia violenta que suponen ciertas ideologías extremistas y creencias fundamentalistas. Cuando la razón de la fuerza es superior a la fuerza de la razón estamos en la Edad Media aunque el calendario diga 2020. Negar las evidencias científicas, racionales, los análisis rigurosos, las hipótesis plausibles es dejarse llevar por los mitos, los peores mitos que crean enemigos donde no los hay, que exigen sacrificios en forma de banderas, himnos, destrozos urbanos, agresiones a la policía y riesgos contra la salud pública.

La filosofía empirista del franciscano Ockham supuso motivos sobrados para separar la razón de la fe, la iglesia del estado. Sin embargo los negacionismos de todo tipo se empeñan en juntarlos hoy en día. Seis siglos después volvemos a enfrentarnos a propósito de los dioses o de las verdades. 

No hay comunicados de apoyo a Francia por sufrir atentados religiosos fundamentalistas!!!!????

No hay reacciones masivas de la sociedad contra los negacionistas de la pandemia.!!!???

Gracias a Umberto Eco, a Guillermo de Ockham y  a Jean-Jacques Annaud. In memoriam Sean Connery

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