domingo, 13 de diciembre de 2020

EUTANASIA EN ESPAÑA

 EUTANASIA EN ESPAÑA

Cuánto cuesta sacar adelante los derechos más básicos y humanos en este país. Todo lo que tenga que ver con tomar decisiones propias choca con auténticos muro de piedra que no atienden a razones ni a experiencias.

Parece que 2021 va a ser una año muy deseado por la mayoría de la gente. Principalmente por la vacuna de la COVID-19, esto es una urgente necesidad. Pero también porque el programa del primer gobierno de coalición empieza a andar como estaba previsto antes de la pandemia, que todo lo está condicionando especialmente la política.

Es una de las reivindicaciones más antiguas y polémicas, la de morir dignamente, que está siendo objeto de trabajo político estos días para que la Ley regule el derecho. Así, quien quiera podrá optar y quien no quiera seguirá como hasta ahora, algo muy de sentido común con todos los derechos por el hecho de serlo. A veces se nos olvida qué es un derecho.

Desconocemos algunos derechos que nos asisten y pensamos que otros existen aunque no es así.

La mayoría de la gente hace uso de ellos cuando los necesita, tomando conciencia entonces de la ventaja de su existencia. En caso de no necesitarlos no tenemos conciencia de ellos, casi nunca, a menos que conozcamos personas afectadas por ellos o por su ausencia.

Hace poco me enteré que la Biblioteca de la Universidad de Castilla la Mancha, en el campus de Cuenca al menos, cobra por su servicio público a quienes no son estudiantes ni profesorado, de cualquier administración educativa. Una cuota anual. Y yo, pensando que todas las personas tendríamos el derecho a disponer de la Biblioteca de la Universidad Pública, ya que es un servicio que mantenemos con nuestros impuestos. Esto es solo un ejemplo de nuestra ignorancia en materia de derechos.

Cuando se enseñan Valores Éticos al alumnado de secundaria, al ser una materia filosófica, se explican los fundamentos, se discuten y se justifican los valores elementales de una sociedad que le permiten vivir mejor a todos sus miembros. Por esto, siempre acabamos admitiendo que se vive mejor en Libertad, en Igualdad y con Solidaridad que de sin ellas. Pero debemos insistir en que estos tres valores universales se apoyan en la DIGNIDAD, este otro valor personal clave para el bienestar de cualquiera.

La DIGNIDAD supone que nadie use a otra persona en su beneficio o para un fin propio, que nadie haga contigo lo que quiera sin tu consentimiento libre, que nadie nos utilice. Cuando algo nos indigna comprobamos lo que es la dignidad. Hay situaciones de injusticias, de explotaciones, de abusos, de manipulaciones, de engaños, de abandonos, de violencias que nos sacan de nuestras casillas porque se le quita dignidad a las víctimas, se cometen actos inhumanos por humanos hacia otros humanos.

Solo desde la posibilidad de elegir sobre nosotras y nosotros mismos podemos vivir bien. La organización social, la política, en la que vivamos debe procurarnos esa posibilidad, las creencias, el prestigio y la economía no deben influir en las decisiones políticas que afectan a la dignidad de la ciudadanía.

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