VIOLENCIA DE GÉNERO CONTINUA
Como contamos el tiempo por años nos parece que hay separaciones, límites, que nos hacen pensar en diferencias a un lado y a otro, sin embargo, para las ideas, las convicciones y los valores éticos no existen, cambian y se diferencian por factores que no se corresponden con el calendario. Por esto motivo no albergo muchas esperanzas de que el año que empieza en un par de días sea menos machista que este que acabamos con tantos asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas.
A veces apelamos a las autoridades para que remedien algo que es plenamente cultural por lo que las propias autoridades también lo poseen. Las administraciones y su funcionariado son tan machistas como el resto de la sociedad, no faltan ejemplos de guardias civiles, policías, jueces, profesores, sacerdotes, políticos, incluso sanitarios que practican la violencia de género desde sus ámbitos a diario.
Unos de los sesgos inmorales que transmitimos como cultura a las máquinas de las inteligencia artificial es precisamente nuestro machismo.
En diciembre, precisamente, nos hemos creado toda una serie de eventos consumistas que incluyen el cuerpo de la mujer como objeto de regalo para el hombre. La publicidad de casi cualquier producto, ya sea infantil o de adultos, incluye sexismo más o menos expreso, igual que el cine, los videojuegos y los deportes, todo aquello que consumimos con naturalidad o con la artificialidad propia de las fechas.
Esto del machismo es un asunto de toda la sociedad, de toda sin excepción.
El gobierno debe implicarse más impidiendo discursos negacionistas y campañas negacionistas con dinero público. La clase política sigue siendo un referente para muchas personas, algunas de estas no tienen más posibilidad de análisis político que el que les dicen los líderes por los medios de comunicación de masas.
Los puntos violeta que deben estar presentes en todos los escaparates de tiendas, bares, edificios públicos y comisarías apenas se conocen porque las campañas son muy puntuales y no llegan a la mayoría de la población. El pasado 25 N, una de las psicólogas del Instituto de la Mujer de mi ciudad, me decía que estamos dando pasos atrás en la lucha contra el machismo y el patriarcado, le pregunté ¿por qué? y claramente apuntaba a las redes sociales y los discursos de odio, a las ideologías de extrema derecha y sus canales de comunicación de masas, a las canciones juveniles, a la pornografía y la normalización de la prostitución.
Resulta muy decepcionante que ganen los malos cuando se sabe cuál es su estrategia. La prevención ha de ser firme y constante, machacona hasta aburrir. Tal vez así se puede contrarrestar un poco esta ola de asesinatos de mujeres que nos estremece hasta el tuétano de los pilares de la democracia, de nuestra sociedad progresista.
El 016 es el número al que tenemos que llamar para comunicar, informar o denunciar una agresión o sospecha de agresión machista. Conviene difundirlo y hablar de este servicio con nuestras amistades, colegas, familiares o vecinas y vecinos, merece la pena, la vida de muchas mujeres, de todas las edades, está en juego, la de muchos hijos e hijas de mujeres maltratadas también.
Este mes nos ha mostrado la peor de las caras sociales, los asesinos de mujeres están por todas partes, hagamos algo al respecto o el próximo mes continuará sin diferencias de mejoría.
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