sábado, 3 de diciembre de 2022

MAÑANA ES HOY

MAÑANA ES HOY

Nacho G. Velilla, 2022 


Es un experimento social que, como todos los experimentos, puede salir bien, mal o regular. Pero, como es cine, esta valoración no se adecua del todo ya que el arte requiera otro tipo de escala de valores. Por ejemplo, el de la interpretación para conseguir credibilidad, el de efectos especiales para entender el mensaje, el del guion para saber lo que pasa, el de la luz, la música, los escenarios, exteriores, interiores, vestuario, actores y actrices secundarios...y un sin fin de aspectos propios del séptimo arte.

A mi edad, esta película supone un experimento social porque en poco tiempo se hace una ida y venida a los años 90 desde el presente, o mejor dicho al año 2022 desde los 90. Son treinta años que yo he vivido como adulta y por eso me resulta interesante ver lo que el director ha mostrado aquí.

Aparecen todos temas sociales seleccionados por el director que a mí me parecen relevantes en la cultura, que son comparables entre épocas y que definen bien cómo se comportan las generaciones a lo largo del tiempo, corto porque en este caso solo son tres décadas, pero suficiente como para apreciar cambios importantes en la vida diaria, social e individual.

Las relaciones familiares, los roles de género, los estereotipos sociales, los avances tecnológicos, el ámbito laboral, la marginación, el dolor, la comedia y el suspense. Elementos fílmicos y vitales mezclados en las vidas de estos personajes perfectamente reconocibles.

Hemos cambiado mucho, rápidamente y al hacerlo hemos perdido y ganado. Nada nuevo bajo el sol, pero resulta curioso asomarse al cine para verlo. Después hablas de la ropa, los coches, las casas y también del sexo, los trabajos y los prejuicios. Es como "reseteo" personal tragicómico. Otra vez el cine haciendo de las suyas, cuestionando y criticando el modelo social que estamos construyendo, reflejando distintas miradas y enfocando desde ángulos ocultos.

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