TRES

 ¿OTOÑO?

Estos últimos días de noviembre y primeros de diciembre son un período de transición, porque llueve y no hace frío, o simplemente son fieles a su estación, el otoño, ni verano ni invierno, con naturaleza ni viva ni muerta para diferenciarse de la primavera. No debería extrañarnos entonces, sin embargo, algo pasa.

Con el clima pasa que también es cultura, la naturaleza sin más hace mucho que dejó de existir y todo resulta humano, más o menos humano, interferido, interrumpido, intervenido...inter.

Resulta un auténtico placer salir a la calle, a los parques, a los pueblos y caminar saboreando cada estímulo sensorial de este tiempo impreciso, sin frío se disfruta el viento, la lluvia, la luz y las plantas y animales.

Ojalá se demore unos días más esta estación tan bienhechora, que nos pone a prueba como rurales y como urbanos, pero sobre todo como culturales, esto es como humanos.