domingo, 2 de junio de 2024

EN AGOSTO NOS VEMOS

EN AGOSTO NOS VEMOS

Gabriel García Márquez
Radom House, 2024



Este cuento atrapa desde la primera línea, en mi caso, como era de esperar porque el autor sabía escribir así, atrapando desde el principio, llevándote a lugares insólitos pero fáciles de imaginar, con personajes probables pero difíciles de encontrar.

Así comienza el capítulo 6 Era un miércoles típico del agosto caribe con un mar dormido y una brisa tenue de gaviotas rasantes. Ana Magdalena Bach rodó una silla de reposo hasta el barandal del transbordador... puro García Márquez. Dicen sus hijos, en el prólogo, que su padre iba perdiendo la memoria mientras escribía esta obra, pero que decidieron no destruirla aunque él les dijera que no servía. Afortunadamente decidieron publicarla.

Las circunstancias que vive la protagonista resultan esenciales para las personas de cierta edad, esa que se dice de madurez y que es la antesala de la tercera, que dura tanto como quieran los prejuicios y la suerte de encontrar otras personas que rellenen los huecos que va dejando la vida vivida.

La familia, el trabajo y las pasiones, sobre todo estas últimas, son el territorio del realismo mágico tan magistral en el colombiano. Resulta un bálsamo leerlo, ahora en un hotel, ante una laguna con garzas azules, subida a un taxi, bailando boleros o intentando que tu hija no se meta a monja. Dejo lo más importante sin decir, como si fuese el personaje de la página 97 que parecía hablar no tanto para decir como para ocultar.

Por supuesto se lee de tirón y se desea que no acabe tan pronto. Qué tienen las historias que repiten episodios cada cierto tiempo que tanto enganchan, en esta ocasión cada agosto, un breve viaje de una mujer sola a una isla. Puede que algo de ritual o rutinario con lo que fácilmente nos identificamos pues nuestras vidas lo son en muchos aspectos, pero también puede que sea algo extraordinario aunque sea repetido por cómo está narrado, por cómo la cuenta Gabo con esa pluma que plasma su lenguaje rico y original, preciso, sensual y exuberante. Todo un placer, lástima que no haya tenido tiempo para terminar el proyecto de los otros tres cuentos previstos para componer un nuevo libro. No conformamos con este maravilloso tesoro, que en mi caso, ha tenido el efecto de sus grandes novelas de los ochenta.


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