HALLAZGOS...ÍTACA
Juanjo Millás en la radio, como cada domingo con Javier del Pino, da su parecer sobre los temas que le propone el periodista y, a veces, sale de excursión con Paqui a lugares poco visitados por el común de los mortales. Hoy no he podido escucharlo del todo, he empezado tarde, justo cuando estaban hablando de la pésima calidad de los artículos de la prensa como posible causa de la desafección de la gente hacia el periodismo. Yo he comprobado este hecho. Hay artículos, en todos los medios que conozco, que están mal escritos, que impiden el interés del lector, que dan ganas de corregir y que me alejan del periódico, algo que compro cada vez menos y por los sudokus y pasatiempos finales...
El caso es que cuando Millás y Paqui han ido a un lugar donde se experimenta con alimentos, el escritor ha dicho que a veces se producen hallazgos, como en las ciencias en general, esas cosas que se encuentran sin buscarse y son buenas, útiles, mostrando la importancia del experimento per se, aunque debe haber un plan siempre, porque lo valioso es Ítaca, el viaje. Y esta comparación me ha parecido muy bien traída, me ha hecho sonreír. Qué buenas asociaciones de ideas tiene el valenciano, da gusto escucharlo porque es un como un viaje de poesía kavafisino. Alegra el domingo desde la mañana.
Cualquier intento de algo, lo que sea, conlleva la posibilidad de hallazgos, eso es un gran aliciente, de hecho, es el gran aliciente, buscar si ha sucedido algo con lo que no se contaba, algo imprevisto que merezca la pena...el propio viaje.
Ahora que tanto se exige ser feliz, disfrutar, descansar y otros infinitivos asociados a las vacaciones, resulta inmensamente frustrante no conseguir el dicho estado anímico, sin embargo tenemos que ser conscientes de que lo importante es el hallazgo, lo que sentimos mientas viajamos hacia el objetivo veraniego llámese felicidad, descanso o desconexión, lo que dice la gente o lo que se desea íntimamente. Escuchar la radio hoy ha sido un hallazgo, aunque con Millás de por medio ya lo sabíamos...
De nuevo, gracias a Millás por devolvernos un apoco de cordura literaria cada domingo.
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