martes, 29 de septiembre de 2020

 ASESINATOS DE GÉNERO

EDUCACIÓN COMO PREVENCIÓN



Acaba septiembre con 4 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, 36 en lo que va de año. En los meses de confinamiento la violencia, siempre cruel, no fue tan asesina, en el mes de abril fue un mujer, en mayo fueron dos y en junio una más, en el resto de los meses no ha habido semana sin mujer asesinada.

Con la permanente preocupación por la salud, propia y de de quienes nos rodean, tenemos nuestra cuota de interés diario satisfecha. Además, la corrupción política está subiendo como nunca, alcanza niveles de ministros y ministras, presidentes del gobierno y la casa real. Por si fuera poco la Justicia es un puro eufemismo de sí misma. Así que ante este panorama, la Igualdad no levanta cabeza.

Lo peor del caso es que se está instalando peligrosamente el mantra de que "ya somos iguales hombres y mujeres" y los asesinatos son excepcionales, casos aislados, puntuales y no tienen la consideración de lacra social, de virus machista o ejercicio patriarcal.

Molesta que se cuestione si los pictogramas de videojuegos son machistas por representar cuerpos masculinos exclusivamente...resulta que llama la atención que se hable de esto, no se entiende que las personas feministas denuncien esta prueba de exclusión de la mujer, lo consideran un exceso, como si el mundo de los videojuegos fuera marciano o saturniano y no procediera de la cosmovisión machista actual. 

Resulta placentero cruzar un paso de cebra con semáforo en el que los dibujos que aparecen son diferentes al prototipo, supuestamente neutral, dos piernas rectas, un tronco y un círculo por cabeza. Es mucho más neutral que aparezca la diversidad de personas que cruzamos. Reconocerse en los símbolos crea vínculos.

Los ejemplos de los videojuegos y los semáforos no son superfluos, todo símbolo obedece a una intención de su autor o autora, quien persigue un objetivo y selecciona bien el resultado que quiere, cargándolo de significados concretos, explícitos, inequívocos. 

Vivimos en una sociedad machista, lo admitamos o no, por los símbolos que usamos en ella y especialmente por los asesinatos semanales de mujeres. Hechos, no opiniones. Los videojuegos enseñan y los semáforos también, lo privado y lo público, lo individual y lo social componen nuestro entorno, deberíamos educarnos en IGUALDAD cuanto antes.

Es mentira que "ya somos iguales" ¿por qué nos lo vamos a creer cuando podemos preguntar a una camarera y un camarero por sus sueldos o jornadas laborales, por el trato que reciben de la clientela o de sus jefes?

Por cierto soy profesora, no profesor, aunque la plataforma digital de educación de Castilla La Mancha no me muestre la pestaña para su acceso cada mañana, eso sí, contiene la de padre/madre, curiosamente. 

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