AGUAS OSCURAS

Todd Haynes, 2019

Esta película basada en la realidad solo ocurre en Norteamérica. Los pleitos contra grandes empresas denunciadas por afectados particulares en otros lugares nunca prospera, o pocas veces.

La contaminación del agua, de la tierra, del aire forma parte del día a día de muchos negocios multimillonarios, de empresas multinacionales riquísimas, con prestigio, patrocinadoras de todo tipo de eventos, con sucursales en todos los rincones del planeta y con miles de puestos de trabajo, más o menos dignos. Explotan los recursos naturales y convierten la zona en páramos muertos altamente tóxicos para cualquier forma de vida.

Aparecen escenas aterradoras de los efectos químicos en las aguas, tanto en animales de granja como en las propias personas.

Pero lo más impactante, una vez más, es la injusticia. El poder de estas empresas ante cualquier tipo de derecho, ley o evidencia. Científicos, abogados, administración, todos forman parte de alguna manera de la propia empresa, los nexos son interminables y llegan a todos los lugares y cargos posibles.

Es, otro ejemplo, de David contra Goliat, alargado en el tiempo, mucho tiempo, con desastres medioambientales irreversibles, con pérdidas y alteraciones vitales importantes.

Mark Ruffalo se sale de todos los estereotipos por lo que consigue mayor empatía en su representación de luchador, perdedor, débil e insignificante. Un sesudo trabajador movido por sentimientos familiares y sentido del deber que dedica todo su tiempo y más a la causa. Sus ademanes captados en primeros planos capturan toda la atención y acogen todas las simpatías y adhesiones. Genial.

Es inevitable acordarse de Julia Roberts en Erin Bróckovich...20 años después la cosa sigue igual, lo que no da anima demasiado, más bien desmoraliza ver que con el paso del tiempo y los conocimientos mayores quienes tienen dinero lo pueden todo, incluso acabar con la naturaleza para generaciones y generaciones de personas y otras vidas.

Todos los dilemas morales familiares, laborales, judiciales, están presentes. Cuando se habla de ética empresarial, de ética en política, se habla de hechos como el que muestra la película, de principios y consecuencias que rodean nuestros actos. Es un buen ejemplo para reflexionar sobre eso, nuestros actos.