sábado, 20 de junio de 2020

BRECHAS


Palabra más que usada recientemente en cualquier contexto. Describe muy bien las diferencias, las separaciones, las necesidades, las faltas, las negligencias, las precariedades, las injusticias, los abusos y también supone la cruda realidad y el insoportable destino a corto plazo y a largo en ocasiones.

Las hay de todo tipo. Últimamente la digital se lleva la palma junto con la económica y de género, aunque se trata de BERCHA SOCIAL con distintos nombres por referirse a parcelas, partes de este todo. Lo Social es la clave, es lo que hacemos con nuestra capacidad cultural, es lo que podemos deshacer, cambiar, quitar o poner.

Sin embargo hay brechas en sentido de heridas, como las brechas en la cabeza cuando te caías jugando en la calle y te corría sangre entre el pelo o te abrías una ceja. Estas brechas corporales, físicas, son visibles y muy comunes. Tal vez de aquí se haya sacado la metáfora de las demás brechas sociales.

Siempre que algo se rompe (crisis) se produce una brecha física. En el caso de las metáforas no es así. Hay brechas originales, esto es que no existirían si no se hubieran inventado, que no son fruto de ninguna rotura ni de mala suerte ni de hechos accidentales. Estas son estructurales.

Estos días se habla hasta en el Parlamento de algunas de estas brechas estructurales y parece que no lo tienen claro todos los partidos, que para algunos las diferencias entre el bienestar de unas personas y de otras depende de lo que se esfuercen y para otros basta con acudir a la realidad de cualquiera para demostrar que la cosa no es individual, nada tiene que ver el esfeurzo, sino general, así que social. Uno de los ejemplos más claros es la brecha de género. ¿Por qué las mujeres ganan menos que los hombres, tienen los contratos basuras más basureros que los hombres, reducen sus jornadas más que los hombres, dirigen menos empresas, ostentan menos altos cargos, sufren más estrés y depresión, son más asesinadas por sus parejas, son más prostituidas y vendidas por mafias de trata, son más criticadas si se enamoran entre ellas, son más esclavizadas en sentido amplio?

Por cierto, la brecha digital y económica, también es de género.

Como cualquier factor social, las brechas se pueden cerrar, al menos intentarlo reconociendo sus existencia primero y tomando medidas después. Es por este orden, no hay otro posible.

Cada persona tiene sus ideas, propias o ajenas, pero son con las que vive, esto es, con las que habla y actúa, se relaciona y las transmite. Pero negar las evidencias, la realidad palmaria no es una buena idea porque impide cambiar lo que está mal y continuar con lo que está bien, impide la mejora de la sociedad. En un Parlamento democrático el negacionismo es muy peligroso y debe desestimarse por salud social.


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