martes, 23 de junio de 2020

CAUTIVOS
Atom Egoyam, 2014



Es un thriller que juega con el tiempo y el espacio a través de vivencias del pasado y cámaras de vídeo en un paisaje inhóspito como un pueblo nevado de Canadá.

La policía tiene varias hipótesis y varios métodos de conseguir pistas. La familia de la niña secuestrada en el punto de ira, especialmente el padre, única persona que viajaba con ella cuando se detuvo en un bar de carretera a comprar comida y su hija se quedó en el coche, sola. A parir de ahí empieza el infierno con intrigas y sospechas constantes.

El caso es que hay toda una red de pedofilia detrás, como en tantos y tantos casos reales.

Después de ver la película leí la noticia de Almería. Esa sobre la liberación de una mujer secuestrada por su expareja durante 9 días de malos tratos de todo tipo. En realidad los malos trataos ya existían antes de la separación, hacía un año. En seguida asocié la noticia con la película.

Una de las hipótesis más poderosas, por ser reales con frecuencia, es que los abusos en menores los producen sus familiares. Por eso en la película del canadiense uno de los policías sostiene que el padre de la niña es su secuestrador. Cuando las personas son adultas y también son secuestradas, salta a la pizarra policial la hipótesis de un familiar, que en el caso de Almería es el propio exmarido.

Cautivas.

Tanto en la película como en la noticia son mujeres las cautivas y hombres los abusadores, secuestradores, violentos, mentirosos, ayudados de terceras personas para conseguir sus fines.

Estremece la película, pero mucho más la noticia.

La violencia de género, en cualquiera de sus versiones, es la realidad de miles de mujeres donde sea que vivan y tengan una edad u otra. En España cada semana un hombre asesina a una mujer, pareja o expareja suya, en muchos casos madre de sus hijos, a quienes también matan a veces. Horroriza pensar en el confinamiento reciente, un modo de secuestro, de una mujer víctima de esta lacra.

Entre la explotación sexual, caso de violencia de género donde los haya, y los malos tratos en la pareja, la realidad machista impone el destino de muchas niñas y mujeres, que tienen familias, amistades, trabajos, estudios, deseos y proyectos y que no tienen mucha credibilidad en sus círculos sociales porque la costumbre manda y es machista, porque la tradición se impone y es machista, porque seguimos mirando para otro lado y en el Parlamento se ha colado un partido negacionista que no se sonroja al maquillar la realidad y mentir sobre el tema.

El cine y la prensa...la realidad siempre supera a la ficción, desgraciadamente!!

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