lunes, 27 de abril de 2020

ALUMNADO RESPONSABLE (IX)



Comprobamos cómo el alumnado se va adaptando al medio como puede, cómo va adquiriendo las características nuevas, cómo transita hacia un a nueva categoría de estudiante.
Al profesorado nos pasa lo mismo, estamos cambiando, desprendiéndonos de nuestros rasgos más emblemáticos y permitiendo que afloren nuevos. Es un proceso lento pero ya estamos asistiendo a sus primeros frutos. El tiempo nos demuestra la graduación de los cambios...nunca homogéneos.

Tal vez tengamos que inventar un vocabulario específico para tanta novedad, para la principal novedad que será la NUEVA educación, englobada en la NUEVA normalidad social, tan necesaria ahora y que marcará un antes y un después en el sistema educativo.

La mayoría de mi alumnado confiesa tener problemas de concentración en casa. Unos por unos factores otros por otros. Acostumbrarse a estar permanentemente pendiente de su estado de concentración (o distracción) les exige un gran esfuerzo que pocos practican en un tiempo prudencial, así que la pérdida de tiempo, ese recurso tan rico, es una de las sensaciones más comunes y frecuentes. Dicen que están "vagos", cuando quieren decir que no les apetece nada esforzarse para concentrarse, que el clima en el que se mueven, habitan como especie, no les resulta favorable al estudio...¿el darwinismo social llegaría a justificar una adaptación a este medio, que ha venido de pronto, sin previo aviso?

Cuando lo esencial es disponer de tecnología, una habitación propia (como decía Virginia Woolf), un medio ambiente de concentración, una motivación atractiva y un objetivo a corto plazo claro, seguro, lógico, concreto, con posibilidad de plantear cualquier duda u observación, de ser escuchada/o, de que hay una buena disponibilidad por parte del entorno para facilitar y disfrutar de la educación, es muy difícil de conseguir en todos los hogares, lo esencial muta, como el virus, y pasamos a la adaptación como se pueda. Cada alumna/o es un mundo.

Lo sorprendente es que sigan estando ahí, al otro lado del móvil, del ordenador o de la tablet.

Cuando se es adolescente, el cerebro se construye y reconstruye, es tan plástico que siempre está "en construcción", en estado de prueba, experimentando, improvisando, estrenando, ensayando, madurando sin acabar de hacerlo, así que están perfectamente dotados para los cambios, son perfectamente capaces de superar esta circunstancia. Sería bueno que no se lo pusiéramos más difícil!!

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