miércoles, 1 de abril de 2020

NOMBRE DE MUJER
Marco Tullio Giordana, 2018



Para Nuria.
Otra vez el cine se convierte en vehículo de denuncia social, en esta ocasión, del abuso sexual típico que practica un jefe a sus empleadas, con el chantaje laboral de por medio, la posición social de ambos, el miedo de las compañeras, el desprestigio sindical, la iglesia como intermediaria, la familia y los tribunales.

Mujer joven, madre soltera, independiente, buena profesional. Cuenta con el sindicato y su pareja.

Hombre casado, representante de institución poderosa, pervertido y abusador, reincidente. Altivo hasta el punto de utilizar a una abogada para que le defienda sabiendo la carga emocional que tendrá en el juicio es acusado de acoso sexual y que una mujer le defienda. De nuevo, la cuestión de la palabra de la mujer, su credibilidad.

Sucede a diario, con más probabilidad cuando el trabajo de la mujer es precario y la situación de desigualdad entre el jefe y la empleada se acrecienta a nivel personal. Es por tanto una costumbre que él elija a la mujer para convocarla en su despacho y exigirle sexo. El patrón puede variar en función pero no mucho, suele seguir este modelo. Ella necesita como el aire el trabajo, los turnos y el salario convenidos en el contrato, convirtiéndose así en el blanco perfecto del depredador sexual, persona prepotente, infiel y mentirosa.

Es muy preocupante que este abuso, en cualquiera de las versiones, choque con el muro de la incredulidad de las afectadas. Aparecen empleadas que asumen el chantaje como parte del trabajo y lo que es peor de la suerte de tener trabajo. El miedo a quedarse sin él les conduce a culpar a la víctima e impedir a los sindicatos que ejerzan sus funciones. Sólo cuando alguna víctima anterior ha salido del campo de influencia del agresor se atreve, bajo presiones, a declarar la verdad. 

En este caso, todo acaba bien, a costa de hacer tambalear los principios y valores más elementales de la justicia, el respeto, y en definitiva, de la dignidad personal de la víctima.

Queda tanto hasta conseguir el respeto laboral...





2 comentarios:

  1. El renacido: esta película muestra una realidad que todavía existe en los tiempos en que vivimos, el acosador tiene todas las de ganar y el acosado tiene mucho que perder, hasta su puesto de trabajo, por denunciar a un acosador sexual como en la película, pero existen muchas formas de acoso.En estas situaciones si el trabajador denuncia tiene que presentar en el juicio, o antes en el acto de conciliación, un testigo que en sus compañeros no lo va encontrar por presión que reciben por sus jefes.La empresa encontrarà ese testigo en algún trabajador que le reconocerán su acto o algún jefe de sección que quiera asegurarse su puesto o subir de categoría.Hay también otra situación, es que el abogado del sindicato donde estàs afiliado, después de analizar el caso te diga que estos casos son difíciles de ganar y es mejor que el trabajador no haga nada por las consecuencias que le pueden suponer. Son situaciones que todavía se dan en muchos trabajadores y que en este sentido no hemos avanzado nada, hay pocas denuncias de acosados por sus consecuencias.

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    1. Los acosos laborales son un agujero negro, sabemos que existen pero nadie se atreve a explicar lo que pasa con ellos...si la víctima es una mujer se normaliza y si es un hombre se le victimiza más...

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