sábado, 4 de abril de 2020

VOCACIONES AL CALOR DEL VIRUS...




Siempre han impactado en las decisiones sobre qué estudiar entre la juventud las series de televisión, así ha habido temporadas de un  gran número de estudiantes en las academias de policías (Canción triste de Hill Street y otras muchas actuales), de guardias civiles (Olmos y Robles y otras), de derecho (Ally  McBeal y otras más actuales), de medicina (Doctor House y otras muchísimas), de biología (El Hombre y la Tierra), de física (Big Bang Theory), de socorristas (Los vigilantes de la playa), de cocina (MasterChef), de canto y baile (Operación Triunfo), hasta de filosofía (Merlí)...

Sin necesidad estudiar, las vocaciones más numerosas son las relacionadas con los deportes de éxito, comerciales, como el fútbol. Soy consciente, pero estas no me van bien aquí ahora.

Ahora lo que más se ve en la televisión y en las redes sociales es la heroicidad del personal sanitario, de quines salvan vidas en condiciones precarias arriesgando las suyas propias. Aparecen como protagonistas las trabajadoras de las tiendas de comestibles y supermercados, también personal del ejército ayudando a construir hospitales y a desinfectar residencias de mayores.

¿Habrá alumnado interesado en cursar estudios relacionados con la limpieza, con el servicio de ambulancias, con el de administrativas, con el de reponedor de supermercado, de celadores, de geriátricos? Claro, se visten con disfraces, incluso ocultan su cara con mascarillas, pasan todo el día fuera de casa, comen comida basura, salen en todos los medios, se les aplaude cada día...lejos de pretenderlo se les ha colgado el San Benito de héroes y heroínas.

De pequeños, sobre todo las niñas, quieren dedicarse a algo que sirva a los demás, que sea útil, que pueda cambiar las situaciones penosas de la gente por otras más humanas. Ahora, querrán ser sanitarios y sanitarias, querrán curar a sus abuelos y abuelas, a sus vecinos y amistades, querrán salvar, sanar.

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