miércoles, 1 de abril de 2020

GREEN BOOK
Peter Farrelly, 2018

A estas alturas pocas cosas nuevas se pueden decir de esta magnífica película. Sólo que al volver a verla, anoche, me ha parecido mejor que la primera vez, cuando se estrenó en España.

Creo que es de esas películas necesarias que te cuestionan todo tipo de relaciones sociales, desde las familiares hasta la laborales, desde las legales hasta las costumbres. Practica esa función, que también tiene el arte, de denunciar y plantear alternativas convenientes a los problemas sociales de primer orden, reales y muy extendidos por todo el planeta. Es una versión de la praxis filosófica.

Los prejuicios insoportables que mantiene el etnocentrismo occidental desencadenan contravalores como el racismo que todavía perviven y se transmiten con bastante "naturalidad". El lugar de origen, el idioma, el color de la piel, la orientación sexual, la ropa, los gustos musicales o culinarios, han servido para discriminarnos y lo siguen haciendo.

Tal vez por estar basada en un caso real pueda ser más valorada. El libro verde ha existido.

"No soy lo suficientemente blanco, ni lo suficientemente negro, ni lo suficientemente hombre" dice el pianista en un ataque de impotencia y rabia, que siempre intenta canalizar desde el pacifismo y la dignidad ante su chófer, cuya estrategia es la violencia y el chantaje para salir airoso de situaciones injustas. Sobre estas actitudes se produce una gran evolución de ambos, bidireccional, de enseñanzas y aprendizajes mutuos.

Dos modos de ser y entender el mundo, mezclados al máximo porque les une un viaje, metáfora perfecta de la vida, de varios meses por lugares cerrados a la igualdad y al respeto. Reflejo de una sociedad rica y clasista, capaz de pagar un gran sueldo a un músico negro que le impide ir al aseo por ser negro.

Contiene una de esas contradicciones sociales, absurdas pero insistentes, que retratan el cinismo de nuestra cultura a la perfección. Y sobre todo, contiene una lección de posibilidad de cambio, a través de la pareja, de la familia, del trabajo, de la decencia, de los princicpios humanitarios básicos, (última escena familiar) se puede ser amigo de cualquiera siempre. La confianza no tiene que ser una conquista cruel, que suponga sacrificios personales, ha de ser algo más fácil y espontaneo.

Está plagada de valores éticos y de sus respectivos contravalores. Contada con humor, un lenguaje universal en gestos y en la traducción una versión más que creíble.

Ah! y la música es un auténtico placer...y sobre los actores no puedo decir más que lo hacen de maravilla, de lo mejorcito del cine actual!!

2 comentarios:

  1. Una película mordaz y que te muestra mediante la subversión el racismo y la diferencia de clases. Creo que la debería ver todo el mundo porque da que pensar y cuando acaba la película te deja la sensación de haber aprendido algo nuevo.

    ResponderEliminar
  2. Destacar de esta película su música, con temas muy famosos en aquella época, destacando la música de color el Rock-roll, que es la base de lo que es actualmente es el Rock-roll. También hay otro estilo en la película como es el Jazz y como se puede fusionar con la música clàsica, destacando buenos músico
    de color y en este estilo se mezclaban con músicos blancos.
    La película nos quiere demostrar el recismo que existia en los años 60 y como en el sur de los Estados Unidos eran màs racista,donde no podian comer los negros en los restaurantes.
    Muy buena película por la música, la temàtica que toca como el racismo y la ambientaciòn muy lograda.

    ResponderEliminar