ADULTS IN THE ROOM
Costa-Gavras, 2019
Toda la sala sabíamos qué iba a suceder y cómo acabaría. Lo que no sabíamos era el método, el camino a través del cual nos contaría la historia. Magistralmente.
Inevitables todas la asociaciones con la cultura griega desde el inicio de la filosofía. Por nuestra mente iban y venían dioses, batallas, dramas y comedias mil veces escuchadas y leídas, mil veces llevadas al cine y al teatro, mil veces interpretadas y represetadas.
Inevitable las relaciones con la filosofía, la platónica y su mito de la caverna porque Yanis Varufakis era el prisionero que sale de la cueva y quiere convencer al resto que se queda de la verdad descubrieta en el mundo de arriba. El dualismo que explica el concepto de Europa, una real y otra inventada, ficticia. La moralidad del estado o la inmoralidad de la economía.
Inevitable la asociación con las escuela helenísticas escépticas y estoicas. Ni un ápice de ignorancia en un contexto que era puro teatro, en el peor sentido de la expresión.
Coros de tragedia griega en momentos claves que expresaban las tensiones y exigencias más viscerales y reales posibles. Cuando el pueblo se presenta sin decir nada en el restaurante donde Janis cena con sus amigos y, especialmente, al final, cuando Alexis es sometido por la Troika. Momentos álgidos, de un gran nivel de comunicación no verbal, de un altísimo nivel de transmisión de presiones emocionales y convicciones rotas, de traiciones finales, de final trágico, de realidad cruel para un partido y un pueblo estafado siendo conocedor de todo.
El rapto de Europa. El castigo a Prometeo...Las Moiras marcando el destino inexorable.
¿Para qué hacer elecciones? Ni una frase política. Pague!!!...la prensa nos espera.
En todos los niveles políticos hay una especie de prácticas troikanas. En los plenos del Ayuntamiento de Cuenca, se nos ha dicho a la oposición que no hay que ser políticos a la hora de votar asuntos sociales, culturales, económicos, que estas cosas son técnicas y por tanto la política, las ideologías no tienen que intervenir en ellos. Este cinismo, instalado como pilar fundamental de la Europa capitalista, del euro, impide hacer política a países que fundaron Europa desde hace siglos, que inventaron buena parte de lo que somos y de lo que pensamos. Ironías de la vida ¡viva el parlamento europeo!
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