HIBRIDACIÓN EN EL JÚCAR
Hibridación, según la RAE, es la producción de seres híbridos. Híbrido, da, aplíquese al animal o vegetal procreado por dos individuos de distinta especie. En sentido figurado, dícese de todo lo que es producto de elementos de distinta naturaleza.
Mis compañeras y compañeros de Biología, profesionales de la educación pública que enseñan esta materia a la ciudadanía de entre 12 y 19 años, acuden al término "híbrido" cuando la especie de la que hablan es un mezcla de varias, tiene características de diferentes especies resultando algo inclasificable, propio de un conjunto de rasgos azaroso. Resultan híbridos muchos arbustos que encontramos en el monte, en las riveras de los ríos, en las zonas agrícolas y ganaderas, y sobre todo en los laboratorios donde el azar se sustituye por la intención de quien investiga y busca una especie concreta para un fin concreto.
Hoy por hoy, el río Júcar a su paso por Cuenca ciudad es un laboratorio de hibridación. Materiales de distinta naturaleza se han mezclado por la riada de diciembre y con el paso del tiempo empiezan a producir extraños elementos inclasificables. Aunque pudiera ser que hubiera una intencionalidad y alguien estuviera experimentando para conseguir una producto concreto que sirviera para un fin concreto. Quién sabe cómo funciona el azar o la intención...
Cada día compruebo el estado de hibridación. Aumenta la unión entre plásticos y juncos, ramas, troncos y piedras. También hay telas que enganchadas en las diferentes hierbas las están uniendo, provocando una hibridación distinta pero no menos espectacular, los colores, ahora apagados por las nubes y las nieblas, sobresalen mostrando que la naturaleza ya no es solo verde o marrón.
Es difícil distinguir dónde empieza el árbol y dónde el plástico. El proceso se consolida diariamente, ya se puede afirmar que son una y la misma cosa. Resulta llamativo que en mes y medio algo tan dispar se una ¿para siempre? y ofrezca ese paisaje inclasificable.
Puede que la Confederación Hidrográfica del Júcar esté experimentando y persiga el hallazgo de una nueva especie. Tal vez, está permitiendo esta "hibridación" con la intención de encontrar una solución a la política del mantenimiento de cauce del río en una condiciones novedosas, vanguardistas, innovadoras y originales. Cuando acaben de ser lo mismo el plástico que los juncos veremos si esta posibilidad, realizada delante de nuestra narices, se convierte en solución política, sostenible, saludable.
De momento podemos disfrutar de un acontecimiento propio de laboratorio a la luz del día. Sólo una advertencia, necesitamos un período de adaptación visual para comprender lo que estamos viendo cuando paseamos por las orillas de nuestro río, porque no es fácil asumir que la basura humana, en cantidades ingentes, tienen que permanecer entre los árboles, los juncos y las piedras sine die.
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