jueves, 9 de enero de 2020

MINISTERIO DE CONSUMO

Tal vez acabe llamándose de otra manera pero hasta ahora suena así solo, Ministerio de Consumo, lo cual es un acierto dado el nivel de importancia social, política, que tiene el consumo en la vida actual.

De hecho, es el consumo lo que marca la economía, la salud personal y del medio ambiente, las relaciones internacionales comerciales, los recursos materiales y naturales, los residuos de todo tipo, las comunicaciones y transportes, las energías y hasta el precio del pan. 

Desde el ámbito sanitario nos recuerdan que somos lo que comemos y lo que comemos es consumo. Así que lo que consumimos, lo que gastamos, lo que desechamos, todo es lo mismo, es decir, lo que somos. La sociedad de consumo es el nombre que se le da desde la sociología a las sociedades actuales, las que basan su desarrollo en la economía monetaria y el avance tecnológico que sostiene una economía global capitalista.

En realidad siempre hemos sido una sociedad de consumo porque somos seres vivos y tendemos a la supervivencia mayoritariamente. Sin embargo el matiz exige un tipo de relación económica y ecológica, siendo la primera capitalista y la segunda destructora del medio porque es la que se corresponde con la primera.

A veces se hace necesario distinguir entre consumo y consumismo para diferenciar nuestras necesidades de vida digna de los excesos evitables que causan desigualdades y enfermedades.

Podría entenderse como el ministerio más importante y transversal si no fuera porque la tradición política ha despreciado Consumo mostrándolo como secundario para construir una cosmovisión maquillada, permisiva con los desmanes de otros ministerios como Defensa, Industria o Fomento cuyos gastos han servido para medir el estado del bienestar y progreso social justificando así verdaderas injusticias sociales y medioambientales.

Qué consumimos, cuánto, dónde y a qué precio lo hacemos, nos da una idea del mundo en el que vivimos y del mundo que estamos dejando para el futuro. Ahí es nada.

Cuando supe que en Cuba había un Ministerio de Caña de Azúcar me sorprendió mucho hasta que recordé que este producto agrícola era uno de los pilares de la economía y cultura de la sociedad cubana desde hacía mucho tiempo. Esto ya cambió por los motivos que todos conocemos en el actual escenario económico globalizado y particular de la isla. Sin embargo fue necesario y clave.

Tenga las competencias que tenga este Ministerio sin duda es importante y una gran oportunidad de practicar políticas justas, saludables y responsables, aunque las puertas giratorias del PSOE pueden dificultarlas e impedirlas. No hay que ser ingenuos. Mucha suerte Alberto!!




4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo la importancia del Ministerio de Consumo. Una de las medidas podría tomar sería acabar con las bolsas de plástico en los mercado, sería una medida responsable con el medio ambiente y nuestro. planeta Sería una idea para este nuevo Ministerio.

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  2. Efectivamente, los plasticos son unos de los petroquímicos más duradetos, resistentes y contaminantes que mas usamos y que al tirarlos degradamos el medio ambiente en su totalidad, desde animales a plantas incluyendo el agua y la tierra.

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  3. Dentro del consumo se incluyen muchas cosas. Por ejemplo el consumo de productos financieros: os acordáis de las preferentes? Pero tambien las hipotecas. Podríamos seguir hablando de más.
    Supongo que algo tendrán que decir desde el proximo gobierno y más concretamente desde ese ministerio para defender a los consumidores. Claro, esto entra en colisión con las políticas económicas que conocemos (incluidas las del PSOE) desde siempre, y que viendo el plsntel económico del futuro gobierno se me antoja dificil de conjugar.
    Que políticas "ganarán"?
    Se admiten apuestas...

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    Respuestas
    1. Pocas veces apuesto, pero como este tipo de gobierno es nuevo algo nuevo tiene que hacer...qué será?

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