UN PAÍS PARA ESCUCHARLO

RTVE, LA 2, 2020

Los martes por la noche en La 2 hay música. El formato puede ser en un plató o en las calles de distintas ciudades españolas. En el primer caso es La hora Musa y en el segundo Un país para escucharlo, este último es el que dan ahora, presentado por Ariel Rot y en las pasadas sesiones visitó Castilla La Mancha y Málaga-Ceuta.

Anoche, lo mejor fue al final. Javier Ojeda, de Danza Invisible, cantó Sin aliento, en la calle, con dos guitarras como única música. Un lujo. Antes de cantar había caminado con Ariel hablando y gesticulando, parece imposible que no lo haga, sobre conciertos, estilos, momentos pasados, Madrid, influencias y creaciones.

Resulta que en los viajes presenta grupos y solistas de las ciudades o poblaciones cercanas con quienes charla y toca, así nos enseña estilos, voces y novedades que recorren España musicalmente hablando que de otro modo sería difícil de conocer, ubicar y apreciar.

Fue un gustazo ver las calles del Casco Histórico de Cuenca paseadas por Rot y Rozalén. Oír y ver un fandanguillo en la Plaza Mayor, delante de la catedral con el grupo taranconero Zas!!Candil me emocionó. La música tan familiar evocaba en mi mente momentos de la infancia y de mis mayores en las casas donde había celebraciones por distintos motivos.

Los medios de la televisión pública hacen que incluyan vistas aéreas de los lugares que visita y las imágenes son espectaculares, técnicamente impecables, preciosas. Anima a viajar y asocia la música con la geografía, la orografía, la arquitectura y el urbanismo...el resultado es un placer.