ANIMAL POLÍTICO

Por naturaleza, sin tener que estudiar, ni recibir una educación concreta, ni haber vivido una experiencia equis, ni en un lugar o momento preciso. Sólo por ser persona.

Aunque hay otras propuestas acerca de la sociabilidad del ser humano, la del griego sigue vigente. Así es de esperar que, con el tiempo, seamos mejores porque nos acerquemos a esa finalidad natural que es alcanzar la máxima felicidad que no puede ser sino con otras personas, viviendo en sociedad, bajo unas normas y cumpliendo unas leyes, las mejores claro, para ello nuestras virtudes (entre ellas es básica la amistad) se irán perfilando con la práctica de elegir el justo medio.

Eso, el JUSTO MEDIO, es lo más complicado.

Cuando el entorno obliga a salir de la media para ser escuchado, para ser atendido, es difícil dar rienda suelta a nuestra naturaleza política. Cuando tienes que sobresalir para denunciar que no se cumplen las condiciones mínimas de vida digna, es prácticamente imposible que nuestra naturaleza no se desvíe y se transforme en antinatural nuestro comportamiento.

Las y los pensionistas de nuestro país han dejado de ser naturales en los últimos años porque tienen que salir a la calle a reivindicar derechos básicos. Han tenido que practicar los extremos y dejar la moderación del justo medio para exhibir que tienen razón, para ser escuchados y atendidos.

El ejercicio de la política, lejos de ser natural, es todo un entramado de intereses y pasiones, completamente humanos, pero educados para ser egoístas e injustos, personales e insolidarios.

Sin embargo, la primera medida del actual gobierno ha sido actualizar las pensiones de acuerdo con el IPC. A lo mejor es un ejemplo de que la educación y la naturaleza se acercan. Ojalá no sea el único y esta práctica de acercarnos al JUSTO MEDIO se prodigue en la legislatura que acaba de echar andar. Mi enhorabuena a todas y cada una de las numerosas personas que han insistido cada lunes, en diferentes localidades nacionales, en su posición de reivindicar lo justo para todos. Mi enhorabuena a todas y cada una de las personas que componen el novedoso gobierno actual por escuchar las reivindicaciones justas. 

No deberíamos sorprendernos pero es tan infrecuente que suceda que no me queda más remedio que dar las gracias a unos y otros: Gracias!!