EL ENJAMBRE

M. Gabilondo, 2020

 

Una de mis amigas actrices dice que hacer comedia es mucho más difícil que hacer drama. Yo, que no soy actriz, estoy totalmente de acuerdo. Y a continuación distingue entre hacer comedia y hacer que la gente se ría ante representaciones histriónicas. Yo, que no spy actriz, no distingo demasiado esto último, aunque ella lo explica muy bien y con muy buenos ejemplos, sin embargo, aun entendiendo, me considero de las espectadoras capaces de reír ante un buen elenco de profesionales cómicos y ante un histrión.

"Desde siempre" ha habido personas encargadas de hacer reír a otras personas, ya fueran reyes, emperadores o vulgo en general. El teatro cumple muchas funciones sociales, una de ellas entretener, esto es, hacer un paréntesis en la vida cotidiana para estar por un rato en otro lugar y sentirlo. A veces, con el drama, sucede la catarsis y tan a gusto!!

El jueves, en el Auditorio de Cuenca, nos reímos de lo lindo con una grupo de actrices que estaban de despedida de soltera en una casa rural bien nutrida de lo necesario para la ocasión. Sobre todo había mentiras, desde siempre, que encontraron el momento de aflorar a la superficie y eclosionar. Las advertencias aparecían en forma de abejas así que todo lo demás podía ser cualquier cosa...incluso histriónicas estereotipadas de un sitio a otro del escenario.

Contagiar la risa no es fácil, pero una vez que te ríes las risas posteriores vienen solas porque ya todo te hace gracia y acompañas la carcajada del recinto, te simultaneas con la masa que te rodea, sin ningún esfuerzo, es como estar en la ola, te dejas llevar a la orilla sin oponer resistencia. Qué gustazo reír con tu amiga sentada al lado y cantar bajito lo que cantan las actrices en el escenario a pleno pulmón histriónico...

De vez en cuando las risas, simplemente risas, son terapéuticas y las técnicas profesionales y los trasfondos sesudos se quedan para otras ocasiones, que las hay afortunadamente. Lo previsible y tópico en ciertos momentos son un alivio chica.