LAS PLÉYADES

Anoche, las personas de Astrocuenca plantaron sus telescopios en las afueras dirección Valencia. La noche era clara, sin luna, con un cielo plagado de estrellas visibles a simple vista, sin embargo esta gente aprovecha cada salida para enfocar lo que está lejos, muy lejos. Estas sesiones populares crean aficción porque lo hacen muy fácil y próximo. Gracias a los miembros de Astrocuenca por su entusiasmo y paciencia. Incluso uno de ellos aceptó acoplar a su telescopio la cámara de fotos de una amiga y dedicarle tiempo para conseguir fotos alucinantes.

Estrelllas dobles. Espectros. Nebulosas rodeadas de espacios negros que se acaban a partir de puntos luminosos más o menos grandes, por resumir.

Cuando se precisa, la nebulosa se descompone en colores, luces, distinguibles por el fondo oscuro.

Los objetos que vimos ayer fueron, ni más ni menos, que las Pléyades, perfectamente separadas, brillantes, agrupadas en el círculo del visor telescópico. Belleza resplandeciente.

Constelaciones como Casiopea y Andrómeda se movieron durante la sesión, fácilmente reconocibles y destacadas por los punteros láser que movían con precisión los aficionados de Astrocuenca., quienes hablaban de billones de estrellas, de miles de años luz y de segundos de exposición para obtener fotos expectaculares.

 

Qué fácil sentirse minúscula, pasajera, provisional, contingente...