viernes, 13 de diciembre de 2019

NURIA FEDERICO
Anoche lo consiguió otra vez. El auditorio de Cuenca enmudeció ante los poemas de Federico interpretados por Nuria. Cada vez que Nuria Espert recita a Federico García Lorca se produce un clima de emociones como pocas veces se consigue ante un gran público en un espacio enorme.

Parece que la poesía requiere intimidad y sosiego, un lugar pequeño, recogido, aislado, con pocas personas y casi con poca luz. Así el clima apropiado a apreciar las palabras, los gestos para provocar emociones ayuda a apreciar la poesía, arte literario difícil.

A pesar del frío con el que nos torturan a los espectadores del Foso los responsables del Auditorio, precisamente por estar situada tan cerca del escenario, pude ver a la actriz en todo su esplendor. Sus movimientos, sus giros, sus tonos y sus ojos acompañados de sus manos y su boca. Todo el cuerpo de Nuria era Federico, sobre todo su voz, a veces quebrada, a veces juvenil. A veces airada, a veces amorosa. Todos las emociones aparecieron en el escenario, todas las de mujer, las de la infancia, las del amor y las de la denuncia que se transformó en incomprensión y muerte.

La selección de texto impecable así como las luces y el sonido de la escasa música. 

2 comentarios:

  1. Es difícil describir las sensaciones que te produce escuchar, que no oir, versos tan pasionales, tan llenos de humanidad, de sentimiento, de sensualidad...que solo Lorca (para mi gusto) es capaz de mostrar. Cuando además el hilo conductor es Nuria Espert...se produce una especie de éxtasis de complicada forma de explicar...al menos para mí. El artículo que se publica sí que sabe expresarlo.
    Lo mejor es dejarse llevar por esa conjunción de esos dos astros y sentir...

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  2. Gracias por tu estupendo comentario. A la dificultad de la poesía hay que añadir cómo expresar lo que produce, lo que se siente cuando la interpreta la Esper...

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