10 DE DICIEMBRE: DERECHOS HUMANOS

Hace 71 años que Naciones Unidas firmó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Un documento muy pretencioso y etnocéntrico por lo que algunos países miembros se negaron a firmarlo, pero muy necesario dado lo sucedido en la primera mitad del siglo XX.

Después del nazismo nada podía ser igual. Esta Declaración busca implantar una cultura de igualdad, respeto, libertad y solidaridad entre todas las personas en todas los lugares del planeta.

Lejos de conseguir los objetivos los principios básicos de 1948 siguen siendo exigibles por necesarios y justos. Hemos demostrado que si no practicamos los Derechos Humanos construimos un mundo inhumano lleno de pobreza, de violaciones, de muerte, de odios, de desigualdades en medio de la opulencia y el derroche de unos pocos.

Otro elemento que ha salido perjudicado al no cumplir con los DDHH ha sido el medio ambiente, totalmente olvidado cuando se firmó la Declaración Universal. Había asuntos más prioritarios. Hoy sabemos que nada es más prioritario pero que no se puede atender la vida si esta no es digna.

La efemérides de hoy lo es también la de un planeta mejor. No debemos separar la libertad, la igualdad ni la solidaridad de las personas sin atender al medio en el que viven. Los Derechos Humanos suponen los Derechos de la Tierra, de la casa en la que habitamos.

Decía Platón que ¨el Estado tiene carácter moral¨ y por lo tanto todo lo que el Estado haga también. Las leyes y declaraciones han de salir del Principio de Responsabilidad asumido por todos y así las consecuencias que se deriven de sus incumplimientos tendrán responsables que deberán rendir cuentas ante los demás, ejerciendo ese carácter moral. La política sin ética ya ha demostrado ser una catástrofe mundial.

Tenemos todos los elementos necesarios para construir un deseable y saludable planeta. Habrá que hacerlo sobre las cenizas de nuestra huella perversa pero hay que hacerlo en nombre de los DDHH.