SESIÓN DOBLE

EXTRAÑOS EN LA NOCHE, Anthony Mann, 1944

EL AUTOESTOPISTA, Ida Lupino, 1953

Muy buena idea para cerrar trimestre. Al ser películas cortas proyectar dos seguidas nos ha hecho pensar en otras ciudades de otros tiempos. De hecho, las dos de hoy pertenecen al llamado "serie B", ese otro cine de bajo presupuesto, que no presupuesto ilegal como pudiera pensarse en España a la luz de la contabilidad del PP.

Como son en blanco y negro las luces y las sombras son elementos claves para seguir la trama, incluso son personajes definitivos en algunos planos, para entender qué ha pasado que no se ha proyectado en pantalla. Hay una escena en Extraños en la que el plano solo exhibe la sombra de la mujer cojeando rápida escaleras abajo que es un antes y un después en la relación entre dos de las protagonistas. 

Los trastornos psíquicos mostrados como patologías desde la medicina no son temas muy habituales, más bien suelen protagonizar vidas al margen de la salud mental. Aquí la ciencia médica, mucho antes de las series policíacas de moda con forenses y mentalistas de por medio, afina el diagnóstico para hacer entender el desenlace de manera comprensiva contra todo pronóstico.

En El Autoestopista la fotografía-decorado repetida hechiza al espectador impidiendo ver  aspectos poco creíbles. Aunque lo que más hechiza es el texto moralizante, las conversaciones orales y no verbales de los tres protagonistas. Se pone la amistad y la decencia como valores cobardes y mediocres que resultan ser los mejores para conseguir un final feliz. 

También las sombras son personajes importanes, en la luz cegadora del desierto, en la agobiante atmósfera del coche, en el embarcadero definitivo. Hay que destacar los primeros planos de las caras, de partes de las caras y que los buenos son los extranjeros. Este detalle muestra una cierta sensibilidad poco explotada. Curiosamente es una de las primeras películas dirigidas por una mujer desde dentro de la industria del cine norteamericana. Debió ser la única mujer en todo el rodaje...

A ver qué nos traen el próximo trimestre los de Cineclub Chaplin, ojalá se cumpla que lo que bien acaba bien empieza, jeje.