lunes, 16 de diciembre de 2019

PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD
Filosofía Práctica: ÉTICA
Dejarlo todo para el final es tan cómodo. Actuar en el último segundo es tan emocionantemente arriesgado. Salir airoso cuando casi no se sale supone tanto mérito...Sin embargo cada acción conlleva consecuencias hacia el sujeto que la realiza y hacia los demás y lo demás.

Desde los años 60 del siglo XX algunos filósofos, sensibles al poder que tienen ciertos descubrimientos científicos y ciertas tecnologías, reflexionaron sobre esas consecuencias de nuestros actos, especialmente de los actos públicos, de las decisiones públicas.

H. Jonas y K. O. Apel escribieron sobre esto bajo la denominación  Principio de Responsabilidad. Este Principio tiene una exigencias básicas que si se cumplen la vida en la Tierra sería más justa para todas y todos, también para quienes están por venir. Exige información, diálogo, justicia y participación.

Hoy, más que nunca, la información veraz está al alcance de cualquiera si se toman las medidas oportunas para obtenerla. Hoy, más que nunca, aprendemos a dialogar incluso en varios idiomas desde la infancia. Hoy, más que nunca, sabemos que el fin no justifica los medios para que haya una justicia social verdadera. Hoy más que nunca la participación se facilita por diferentes vías.

Así que, no hay excusas. Tenemos todo lo necesario para aplicar el Principio de Responsabilidad en aquellos asuntos que puedan favorecer la vida digna en el planeta. Es más, no hacerlo supone Irresponsabilidad hipócrita e injusticia a sabiendas de lo que se hace.

En clase, con el alumnado de Bachillerato aplicaos estas exigencias a cosas tan cercanas como la construcción de infraestructuras en nuestra ciudad o barrio, al tratamiento que se hace de la violencia de género, a la instalación de cementerios nucleares, a la necesidad de autobuses urbanos, a la modificación de la ley de educación, al estado del río de nuestra ciudad...es fin, se puede aplicar a casi todo que lo hacemos como sociedad.

El conocimiento del genoma humana y la creación de armas sofisticadas motivaron el invento de este principio ético. Hoy hay muchos motivos más para que las exigencias propuestas se realicen por que si no las consecuencias ya no las podrá asumir ningún único sujeto, ni siquiera un grupo de sujetos sin que las responsabilidades recaen sobre toda la población mundial que debe poner todo lo que esté en sus manos para evitar vivir en un mundo peor, presente y futuro.








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