sábado, 9 de noviembre de 2019

EL MAGO
Juan Mayorga, 2019


Ese guante o ese conejo.

"Todo es mentira, pero creemos que está lleno de verdad" dice el autor, que también dirige, en el programa de mano, la descripción por excelencia del mundo, este mundo, ¿el verdadero?

Cuando Clara Sanchís hace de hipnotizada nos parece que nosotros no lo estamos porque no nos comportamos como ella, sin embargo, cuando quitamos el espejo y no podemos vernos ¿quién sabe cómo nos comportamos sino los demás, quienes nos miran, quienes están a nuestro alrededor, nuestra madre, nuestra pareja, nuestros hijos, nuestras amigas...espectadores, coprotagonistas de nuestra vida?

El sueño siempre ha sido un elemento muy sugerente para instalar en él todo aquello que no sabemos. Decimos mundo onírico y queremos decir mil cosas y ninguna cosa. Decimos he soñado y marcamos diferencias entre lo que sucede y que sentimos pero no sucede. Decimos I have a dream y expresamos un deseo, un mundo inalcanzable al que deberíamos aproximarnos. Cuando no entendemos bien porque lo que vemos no nos gusta, no es soportable, nos supera, decimos estar viviendo un sueño, aveces una pesadilla, como esas mujeres que cada día conviven con su torturador, ya sea su pareja, el padre de sus hijos, su jefe, su padre, su confesor o el juez de turno.

Mayorga nos lleva a la magia, concretamente a la hipnosis. Perfecto viaje, cumple con todos los requisitos para ser atractivo porque es lo desconocido, lo que a cada cual le sienta de manera diferente, porque es desconocido y nunca se repiten las consecuencias, porque son pocos los elegidos para ser hipnotizados, porque se corre el riesgo de mostrarnos tal y como somos, a palo seco...o tal vez no, tal vez de mostrarnos y tal como nos ha moldeado y nos han ordenado (María Galiana).

La magia, esa cosa cultural, ancestral, asociada al control mental nos sigue alucinando. Y que sea un juego de magia lo que hacen seis actores en el escenario durante hora y media, advirtiéndote todo el tiempo del juego engañoso que te están mostrando, expresando las incongruencias y lo absurdo de la situación y aun así picas, caes, te hipnotizan como al más ingenuo de los espectadores. Es fantástico!

La sensatez y consciencia en el cuerpo y la voz de José Luis García-Pérez acaban imponiéndose en una versión de los hechos con una espada ensangrentada. Ahí, cuando aparece la espada, objeto del bisabuelo, elemento clásico de venganza, aparece también la dosis más refinada de realidad. Misión cumplida.

Filosofía en el escenario (Platón y Descartes por un lado y Nietzsche y Wittgenstein por otro). Psicología, siempre, en el escenario (Freud por un lado, Skinner por otro). Magia atrapadora de almas y puede que de cuerpos...



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